Así no, presidenta
Twitter: @OswaldoRamirezG
<<El nacionalista cree que el lugar donde nació es el mejor lugar del mundo; y eso no es cierto. El patriota cree que el lugar donde nació se merece todo el amor del mundo; y eso sí es cierto >>
José María Luis Mora Lamadrid.
Político, ideólogo, sacerdote e historiador mexicano (1794-1850).
Por segunda ocasión presenciamos un grito desde el zócalo de la capital mexicana muy similar al del año pasado. Las condiciones no eran para menos considerando que aún seguimos padeciendo las secuelas y efectos del covid-19 y su infinidad de variantes. Por ello también vivimos en su mayoría las fiestas patrias desde nuestros hogares. Sin llegar a detalles mayúsculos del Grito de Independencia de nuestro Huey Tlatoani, me llamó la atención una palabra en particular dentro de la lluvia de “vivas”. Esa fue cuando se profirieron vivas a la honestidad. No por la honestidad que tanto le caracteriza (según) hasta ahora a nuestro presidente, sino por lo que desde hace meses se sabe sobre la dudosa honorabilidad de varios miembros de su gabinete (Bartlett uno de ellos).
Estas fiestas patrias fueron la antesala de otro sorteo de Lotería Nacional cuyo premio esta vez fueron una serie de propiedades, terrenos, residencias y palcos VIP en el Estadio Azteca. Esperamos que los ganadores sean el justo objeto ciudadano al que la 4T desea hacerle justicia y mérito. Creemos que no será el último sorteo de este tipo, y solo por sugerencia le diremos a nuestro presidente sirva no solo tomar en cuenta las residencias y propiedades incautadas a viejos políticos y miembros de la delincuencia organizada, sino la de algunos de sus subalternos cuyo origen de sus bienes aun no queda claro. Como es el caso de la casa de Coyoacán de Miguel Barbosa Huerta, actual gobernador del estado de Puebla, cuyo avaluó es de 45mdp y no 10mdp como él asegura.
En cuanto a lo local, uno de los peores gritos cívicos tuvo lugar en el municipio de Progreso de Obregón (sí otra vez ese municipio). Donde en una ceremonia gris desde las ruinas del palacio municipal, el edil ensalzó nerviosamente a manera de “grito” un desmentido en el que culpó a la oposición local y prensa de oposición sobre los actos vandálicos en protesta sobre la muerte de la doctora Beatriz Hernández el pasado mes de junio. Exculpando de los hechos a la ineptitud policial local, misma que prometió sacar de las rejas y que a la fecha se encuentran en deliberación. Sobra decirle a este munícipe que más allá de confrontar y dividir a una población de por si lastimada por la inseguridad, es justo y necesario que gobierne para todos y no solo para sus simpatizantes, evitando tomarle el pelo con desfiles de carros alegóricos, así como con la reparación de calles y avenidas que de hecho están dentro de sus obligaciones.
Si bien el acto cívico del grito del 15 de septiembre es la arenga máxima de todo líder y mandatario mexicano. A mi parecer lo que debería robar más titulares la semana pasada es el discurso de bienvenida a la Cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), a cargo de la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de nuestro presidente. Quien con una prosa impecable rememoró la historia del Palacio Nacional, claro con su toque particular, omitiendo detalles en etapas como el porfiriato y por supuesto ensalzando al juarismo para gusto de su señor esposo e invitados. Difícilmente veremos a esposas de nuestros mandatarios robar cámara y admiración con la sencillez, naturalidad e intelecto en este tipo de actos protocolarios, lo cual queda para la historia.
En otro orden de ideas, el próximo viernes cumplirá cuarenta años El Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora, también conocido como Instituto Mora, centro público de investigación y educación superior descentralizado dependiente de CONACyT. Sus antecedentes se remontan al año de 1976 cuando se creó la Asociación de Bibliotecas Mexicanas A.C., en el domicilio que fuera antaño la casa del político liberal Valentín Gómez Farías (1781-1858) y que hoy se le conoce como Sede Plaza. Un año después por decreto presidencial cambió su nombre a Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y a la fecha alberga es sus instalaciones una de las bibliotecas y acervos más importantes de nuestro país cuyo nombre es Ernesto de la Torre y Villar (1917-2009) en memoria al académico, historiador, bibliófilo y primer director del instituto. Actualmente cuenta con la licenciatura en historia, las maestrías en sociología política, estudios regionales, en historia moderna y contemporánea, así como la de cooperación internacional para el desarrollo y el doctorado en historia moderna y contemporánea. Publica tres revistas de divulgación científico social; Secuencia, BiCentenario y ALHE (América Latina en la Historia Económica). Cuenta con cuatro sedes; Plaza, Poussin, Búfalo y Madrid, todas ubicadas en la Ciudad de México, siendo las dos primeras las que albergan al personal académico, educativo, archivos y biblioteca.
Este centro educativo se ha caracterizado por su alto nivel académico, el cual les ha valido varios premios nacionales a sus alumnos como a su personal de investigación. Pese a la pandemia, celebrará su aniversario con una serie de actividades virtuales (conferencias, exposiciones y documentales), además con un billete conmemorativo de Lotería Nacional que premiara 21 millones. No obstante, la celebración no solo se ve opacada por las condiciones de la nueva normalidad, sino por la crisis institucional que se viene gestando desde hace más de tres años. Hasta antes de la llegada de la 4T gozaba de importantes beneficios, muchos de los cuales fueron manejados con opacidad de manera gradual. Con la reestructuración y cambio de directiva de CONACyT este al igual que otros institutos se volvieron en acérrimos opositores del sexenio actual, no solo porque estos ajustes vislumbraban cierta incompetencia de la administración actual, sino porque en el proceso de estos podrían salir a la luz ciertas irregularidades.
Por ello utilizaron la prensa para denunciar el injusto recorte y los efectos negativos que traerían estas medidas en su desempeño. Desde finales de 2018 de manera “mágica” autoridades docentes y administrativas comenzaron a promover la unidad estudiantil (la cual siempre ha estado subyugada). Algo que pudiese ser un signo de preocupación genuina, pero que a la luz de su naturaleza institucional era el vivo reflejo de supervivencia a modo. Al igual que en la mayoría de las instituciones de investigación y universitarias devenidas del antiguo régimen; el Mora afianzó sus cotos de poder alrededor de núcleos selectos de investigadores los cuales manejaron tras bambalinas su desarrollo. Si bien es cierto es uno de los centros educativos que ha abogado por la inclusión y el desarrollo de temas actuales, también es cierto que detrás de sus instalaciones se han omitido por años casos de acoso a estudiantes, becarios y la discriminación por parte de algunos docentes-investigadores, así como vigilancia desmedida monitoreando los correos institucionales de académicos y alumnos e implementando micrófonos ocultos en algunos salones de sus sedes. En contraparte, durante los últimos años han encubierto el robo de laptops, tabletas y celulares al interior so pena de censurar y acosar a quien hiciera las denuncias a las instancias judiciales correspondientes.
A esto se suman la creación de programas y cátedras fantasmas, así como el desvío de fideicomisos con los cuales investigadores justificaban sus estancias en congresos en el extranjero sin pagar un peso y en cambio se paseaban a placer con dinero del erario, con lo anterior. Ojalá se logren aclarar estas irregularidades, a la luz de que la reciente administración medie y ponga el dedo en la llaga en pro de la honestidad y trasparencia de sus recursos. En fin, más trabajo para la UIF (Unidad de Inteligencia Financiera). Con todo y lo anterior, felicitamos a esta institución por sus aportes a la academia, deseando que sus aportes a la Historia y Ciencias Sociales estén por encima de sus controversias. Así inicia la semana ¡Gracias al Dios no nos tembló!