Ráfagas: ¿Malos manejos en la Comisión de Búsqueda de Personas?
En días pasados me atrapo una serie en Netflix «El juego del calamar» (Hwang Dong-hyuk, 2021) podría hablar de la serie, los recursos con los que desarrollaron la producción, los actores, la interpretación, el guion, pero hay algo que va más allá y es el espectacular lugar que está ocupando en la escena mundial los contenidos de Corea del Sur, la preponderancia que están jugando las industrias creativas de ese país.
No solo están generando series para el streaming, son muchísimas las que además están en el gusto de las audiencias, melodramas que muestran la forma de vivir, desarrollo, cultura, turismo, política, sociedad y educación, también está la música, con el denominado K-Pop.
¿Cómo sucedió esto? En los 90’s el gobierno de Corea generó una ley de promoción cultural que derivó en inversiones, políticas de desarrollo, planes de estudio, incentivos, estímulos fiscales, inversión, comprendieron que si se ponía énfasis en la generación de contenidos automáticamente ganarán inversiones en diversos rubros como el turismo, educación, tecnología, ciencia, desarrollo, deporte, gastronomía, atrayendo consigo comercio en general, para atender las demandas de consumo.
Pero además permitiendo que los productos originales se reposicionen en el mundo, cuando en México se hizo un melodrama sobre el café o el tequila se genera el consumo del bien económico o cultural en el mundo, se refrenda el turismo de procedencia se generan las rutas del tequila, mezcal, café, cacao, lo mismo ha pasado con Corea.
En 2008 los melodramas coreanos aportaron 9500 millones de dólares a la economía de ese país, incrementan el PIB, convierten al país rentable interesante, pone a las juventudes a trabajar, a estudiar, aspirar una mejor condición de vida cuando se garantizan los derechos culturales, cuando se invierten los recursos de la prevención en incentivos y estímulos las cosas cambian.
En tanto, en México no se busque integrar las industrias creativas, estimularlos, garantizar el acceso a los bienes culturales para generar contenidos, los artistas, los creadores migran a países con mejores condiciones para que administren su patrimonio, Juan Gabriel, José José, Joan Sebastián que, murieron y vemos cómo se defienden sus creaciones bajo las leyes de el gobierno de Estados Unidos.
Marco Antonio Solís, Pepe Aguilar, Alejandro Fernández, Pedro Fernández, grupos como Intocable, Huracanes del Norte, Tigres del Norte encuentran oportunidad para establecer sus empresas y patrimonio en Estados como California pues les favorece las condiciones políticas, la sensibilidad de los administradores públicos, de los altos funcionarios llama, atrae, los jala, entonces en México consumimos lo que gana Estados Unidos.
Sirva pues el ejemplo Coreano para ponernos lije, pilas, atraer estrellitas, solo que para eso necesitamos instituciones fuertes y controles de confianza de servidores públicos, eficientes y eficaces, capacitados y sobre todo sensibles.
Carlos Arturo Martínez Negrete es productor musical, investigador sobre la preservación del patrimonio cultural, derechos humanos y culturales, conocido también como Carlos Lima 🐦@charlylima