Radar Político: Penchyna, de moda
Luego de la persecusión vengativa que orquestó Lopez Obrador contra Rosario Robles –quien sigue en prisión de manera inconstitucional–, el siguiente “preso político” del actual gobierno será Ricardo Anaya.
¿Por qué?
Porque igual que la ex presidenta del PRD, el ex presidente del PAN “cometió el pecado” de ridiculizar a un vengativo y acomplejado López Obrador, hoy convertido en presidente.
Pero a diferencia de Robles –a quien no le han probado nada–, el señor Anaya tiene “una larga cola que le pisen”, a pesar de que muchos mexicanos lo ven como una víctima inocente del déspota de Palacio.
Sí, el queretano es víctima de la enfermiza venganza de López pero, igual que Obrador, utilizó el dinero público para sus ambiciones políticas.
Por eso, para que cada quien llegue a sus propias conclusiones, hoy presentamos un resumen del Itinerario Político publicadó aquí hace poco más de cinco años, el 7 de noviembre de 2016, titulado: “Los “moches” de Anaya, a través del “Ramo 23””.
Aquí el resumen: “Durante meses, legisladores y líderes de Acción Nacional han denunciado la presunta desviación de recursos públicos desde la dirigencia del PAN –que preside Ricardo Anaya–, para el supuesto financiamiento de su candidatura presidencial para 2018.
“Un ex presidente del PAN explicó a Itinerario Político el detalle de cómo la dirigencia azul estaría desviando dinero público a través del llamado “Ramo 23”, que tiene como objetivo que el gobierno federal otorgue recursos a estados y municipios a través de fondos específicos.
“Eso significa –según la fuente–, que desde la dirigencia del PAN se maneja una bolsa de dinero público no etiquetado, y tampoco auditado, de poco más de 2 mil 100 millones de pesos; un promedio de 20 millones de pesos por –y no para–, cada uno de los 109 diputados federales que tiene el PAN en San Lázaro.
“Además de esa bolsa, la coordinación parlamentaria se lleva casi 100 millones de pesos, también manejado de manera discrecional.
“Cabe aclarar que “los moches” no son exclusivos del PAN y menos de Ricardo Anaya.
“En realidad se trata de una práctica que también llevan a cabo el PRD y Morena, que se sirven del dinero público a manos llenas…
“La mayoría de los recursos son destinados a obras en municipios que diputados y alcaldes soliciten y que se llevan a cabo a través de empresas “pato”, propiedad de amigos y/o socios de legisladores o jefes de partidos.
“¿Y cómo es que Anaya obtiene recursos a través del “Ramo 23”?
“Resulta que la dirigencia del PAN mantiene el control de los más de 2 mil millones de pesos del “Ramo 23” y cada diputado azul que aspira “a su moche” debe pasar a las oficinas de la Colonia del Valle para negociar la asignación de ese dinero.
“De esa forma, la lealtad a Ricardo Anaya se compra a cambio de millones de pesos.
“Pero además, según testimonios de diputados, alcaldes y gobernadores del PAN, en el CEN partidista les piden entre 17 y 20 por ciento de comisión por “el palomeo” de recursos, al tiempo que las obras son asignadas a contratistas que determina la dirigencia nacional del partido.
“Es decir, “en el cuarto de junto” de la oficina de Ricardo Anaya se lleva a cabo eso que, coloquialmente, se conoce como “moche”.
“Todo con el aval del jefe nacional, quien presuntamente dispone –de manera personal– de cientos de millones de pesos.
“Y una vez que “el asunto” de tal o cual diputado federal, alcalde o gobernador “queda planchado” con Anaya y con su equipo, de la dirigencia del PAN se comunican a la Secretaría de Hacienda para que “disparen” el dinero a los estados y de ahí a los municipios.
“Cuando los alcaldes o diputados deben cumplir con los compromisos contraídos con sus electores, con los contratistas o con la entrega de “los moches” al jefe nacional, presiona para que Hacienda “dispare” el dinero y para que les confirmen “que está en tubería”.
“¿Y qué significa que el dinero “está en tubería”?
“Es la confirmación de que el dinero público ya recorre los meandros de la corrupción, sea de PAN, PRI, PRD o de Morena”.
“Incluso la palabra mágica es “el dinero ya está en tubería”, lo que se interpreta como que “está por caer” a las arcas municipales o estatales.
“De esa manera, Ricardo Anaya también maneja las lealtades a su persona y a su proyecto presidencial y presiona a aquellos que juegan en el terreno de otros aspirantes y grupos dentro del PAN.
“Según el ex dirigente del PAN que reveló la información, Anaya sería quien alienta y solapa “las tuberías” de la corrupción y controla sus efectos a la perfección, ya que ha fungido como presidente de la Cámara de Diputados, secretario general del partido y ahora líder nacional.
¿Quién frenará “los moches” de Anaya en el PAN?
¿Y la honestidad de Anaya? Al tiempo. (Fin de la cita)
La información anterior nunca fue desmentida por el PAN y menos por sus dirigentes, candidatos y líderes.
Y cada quien puede sacar sus propias conclusiones.
Al tiempo.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.