Ráfagas: Otra más de la CAASIM
Sin duda que resulta vergonzoso –por decir lo menos–, el más reciente discurso de Carlos Slim frente a la historia de empresarios comprometidos no sólo con el país, sino con la ley, con libertades básicas y, en especial, defensores de los principios democráticos.
¿Y por qué vergonzoso el mensaje del empresario mexicano más acaudalado y uno de los más exitosos del mundo?
Porque Carlos Slim no solo parece justifica y olvidar toda la destrucción provocada por la dictadura de López Obrador –en tres años de gobierno–, sino que propone la claudicación del empresariado ante el tirano.
Es decir, que ante la ruina del país, frente la alianza del gobierno con el crimen organizado y con el telón de fondo del sufrimiento de millones de mexicanos víctimas de la violencia, Slim llamó a los empresarios a no pelear con el presidente y sólo dedicarse a hacer negocios.
¿Pero qué dijo Carlos Slim?
En un encuentro con el presidente saliente del CCE, Carlos Lomelín, en donde además resultó electo como nuevo presidente, Francisco Cervantes, Slim dijo lo siguiente: “Es una estupidez la confrontación, a México le hace daño todo eso; al país le hace daño, a las empresas les hace daño, al Gobierno le hace daño y a todos nos hace daño, es una tontería.
“Lo que debemos hacer es trabajar unidos, invertir, que se apoye y que salgamos de esa situación de subdesarrollo, hemos tenido tantas oportunidades y no podemos perder esta oportunidad del T-Mec, que es muy importante.
“Tener conflictos caprichosos o ideológicos es una tontería; si lo que van a hacer las cámaras (empresariales) es confrontar porque el que ganó no es de nuestro agrado, es una tontería… cuando un gobierno es electo democráticamente hay que respetarlo… los problemas hay que debatirlos, sostenerlos en la discusión, pero no a periodicazos”. (Fin de la cita)
En pocas palabras, Slim parece llamar a los empresarios a no pelear con el dictador López, a hacer fortuna, sin importar la ruina económica, social, política y democrática del país.
Y es que el poderoso empresario olvida, ignora o no quiere ver que López Obrador es el único responsable de la polarización y la confrontación entre los mexicanos; que es vengativo perseguidor de hombres de empresa; culpable de la alianza del Estado con el crimen organizado, el que persigue periodistas, cancela libertades básicas y atenta contra la democracia.
Ya no recuerda Slim que López lo engañó y que, contra la palabra empeñada, destruyo el Nuevo Aeropuerto de Texcoco; olvida Slim que AMLO no acepta debatir porque siempre dice tener otros datos; ignora el dueño de Carso que el mandatario mexicano ha mentido cien mil veces en tres años y que de manera sistemática violenta la Constitución, al extremo de convertir su gobierno en un verdadero “narco gobierno”.
Es víctima de amnesia, el señor Slim, sobre el millón de vidas perdidas en México –a causa del mal manejo de la pandemia, de las muertes en exceso, de la masacre y de las más de 120 mil vidas cobradas por la violencia–; intenta ignorar su responsabilidad en el colapso de la Línea 12 del Metro y prefiere mirar a otro lado cuando el tirano López destruye programas sociales fundamentales para atender mujeres y niños.
¿O será que Carlos Slim, igual que muchos otros empresarios mexicanos se arrodillaron frente a López Obrador a cambio de impunidad y de negocios que arruinan al país; como el Aeropuerto Felipe Ángeles, como el Tren Maya o la Refinería Dos Bocas?
Lo cierto es que tampoco es nuevo el vergonzoso papel de lacayos de AMLO que han jugado no pocos empresarios mexicanos, quienes ignoran la destrucción del país en el gobierno de AMLO, como si la historia fuera a olvidar su papel y su responsabilidad en esa tragedia.
Por ejemplo, en el Itinerario Político del 5 de noviembre de 2018, titulado: “¿Domesticaron a la IP?”, desde hace tres años propuse la tesis de que los grandes capitales del país y los grandes medios de comunicación, “no han entendido el papel histórico que impone un inevitable cambio de régimen y hasta creen que ellos serán capaces de domar al populista en el poder”.
La teoría, propuesta aquí a pocos días del arranque del gobierno de AMLO, se confirmó tres años después: hoy el populista Obrador arrodilló a Slim y a muchos empresarios mexicanos, a quienes la historia enjuiciará.
Por eso, a continuación un fragmento de aquella entrega de 2018.
“¿Dónde están los modernos Eugenio Garza, Manuel Clouthier y, sobre todo, aquellos empresarios de todo el país que empujaron los ideales de Manuel Gómez Morín, ante el populismo de Cárdenas, Echeverría, López Portillo?
“Hoy, pocos hombres de empresa parecen dispuestos a combatir al populista López, a pesar del manotazo autoritario del derrumbe del NAIN.
“Por eso, vale recordar –frente al atolondramiento empresarial–, que en septiembre de 1973 un grupo de la liga comunista 23 de septiembre asesinó al patriarca del empresariado regiomontano, Eugenio Garza Sada en un supuesto intento de secuestro. Entonces el empresariado cerro filas y condenó al tirano.
“Otro septiembre, pero de 1982, en su último informe, José López Portillo anunció la nacionalización de la banca. En respuesta, Manuel Clouthier –mítico dirigente de Coparmex y del CCE–, chocó contra el populismo estatista de “Jolopo” y movilizó al empresariado de todo el país.
“El resultado fue un ingreso masivo de la IP al PAN –entre ellos Vicente Fox–, quienes derrotaron al populismo desde la trinchera política. Ya en 1939, muchos empresarios se habían sumado al movimiento de Manuel Gómez Morín, contra el populismo de Cárdenas, que dio origen al PAN.
“¿Dónde están hoy los empresarios? ¿Los domesticó el populismo “lopista”? Al tiempo”. (Fin de la cita)
Volví al tema en el Itinerario Político del 7 de enero del 2022, titulado: “AMLO “domesticó” a los empresarios” y abundé en el vergonzoso papel de no pocos hombres de empresa mexicanos cuyos ancestros huyeron de sus países de origen –víctimas de las tiranías de Hitler, Moussilini y Franco–, y que hoy en México apoyan sin chistar la tiranía de López Obrador.
Por eso resulta vergonzoso el papel que jugan en la dictaura mexicana empresarios como Carlos Slim y como los dueños de poderosos medios como Milenio, Televisa, Azteca, Imagen y otros que avergonzarían a valientes como Eugenio Garza y Manuel Clouthier, quienes no sólo crearon empleos y fortuna sino que defendieron libertades fundamentales y edificaron la democracia mexicana.
Sí, implacable, la historia espera a Slim y a otros aliados de AMLO en la destrucción y la ruina de México y de millones de mexicanos.
Al tiempo.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.