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Ráfagas: Otra vez Susana
Twitter: @OswaldoRamirezG
<<Un día sin reír es un día perdido>>
Charles Chaplin. Actor, director, humorista y escritor británico (1889-1977).
1993 fue un año de importantes coyunturas en nuestro país. El Salinato, sexenio presidencial de Carlos Salinas De Gortarí (1988-1994), se encontraba en un punto muerto hacia lo que vendría a mediados y finales de ese mismo año. En enero se estrenó el nuevo peso (N$), con tres ceros menos mil pesos de aquel entonces pasaron a ser solo un peso y así respectivamente con las demás monedas y billetes los cuales a la fecha conservan dicho valor. Quien diría que tres meses después el mundo de la farándula, el cine y la sociedad en general se paralizaría ante la noticia del fallecimiento de Mario Moreno “Cantinflas”, el 20 de abril a causa del cáncer de pulmón. Apenas unos meses antes había sido su última aparición pública, en una entrevista grabada en diciembre de 1992 en donde el propio entrevistador fue el susodicho presidente.
La muerte del “Mimo de México” como también era conocido, conmociono al mundo entero. Su éxito lo llevó a interpretar icónicas cintas de comicidad y proyectar su talento no solo en nuestro país sino en otros países como España y Estados Unidos. Mario Fortino Alonso Moreno Reyes nombre completo del cómico, formó parte de la generación de actores forjados en las carpas y el teatro de revista.
Cabe señalar que los cortejos fúnebres tuvieron un impacto multitudinario. Se le rindió homenaje y guardia de honor en el Palacio de Bellas Artes y las instalaciones de la ANDA (Asociación Nacional de Actores), de esta última de la que fuera uno de los fundadores (1934). La conmoción e impacto social que causó su muerte solo se compara en cuanto a homenajes y multitud con la de otro ícono del cine de oro mexicano, Pedro Infante (15 de abril de 1957).
Sobra escribir aquí sobre los detalles y el número de películas que realizó a lo largo de su carrera, sin embargo, vale la pena mencionar que la que lo catapultó al estrellato fue “Ahí está el detalle” (1940), así como su última cinta “El barrendero” (1981). De la misma manera, uno de los últimos trabajos en donde se pudo apreciar su toque artístico fue al prestar su imagen para la teleserie animada “Cantinflas y sus Amigos” (1982), producida en un inicio por Televisa y posteriormente por los estudios de Hanna-Barbera (Cantinflas Show). En esta serie animada Cantinflas viaja a través del tiempo y conoce a varios personajes célebres de la historia universal.
Sin embargo, como hombre de su tiempo Mario Moreno o su alter ego Cantinflas, fueron uno solo y a la vez tan distintos. Su personaje más allá de la pantalla reflejó la defensa de la clase pobre a través de diversas situaciones y en particular haciendo énfasis del entramado de palabras que muchas veces lograba confundir a sus interlocutores. El verbo “cantinflear” fue incluido años después en el diccionario como una manera confusa de hablar mucho y no decir nada. “Y esque en una suerte ósea como quien dice la cosa, no pero si ya uno va entrando y entiende que, pos que que na pues son cosas que pasan ¿no cre uste” Pareciera que el mismo valor, pero con mucha más malicia escuchamos a nuestros políticos hablar hoy en día, solo que con poca gracia y si muchos disgustos para variar.
Por otro lado, Mario el hombre detrás del personaje era una suerte de Dr Jeckyll y Mr Hyde pero a la inversa. Mario Moreno, el formidable actor, pero un visceral individuo que supo manejarse entre las mieles del poder de la dorada época priísta de mediados de la década de 1940. Este don de gentes le valió desde el adueñarse ilegalmente de latifundios en algunas partes de la república, hasta el hostigamiento sindical y el acoso de algunas actrices a manera de venganza amorosa, algunas de las cuales vieron frustrada su carrera debido a la influencia que el mimo tenía en el medio artístico. Mario, hombre inescrupuloso y Cantinflas el amigo de las causas nobles de su vecindario.
Representó en la pantalla grande con una elocuencia e inspiración popular las desigualdades y el abuso de poder, como en “Si yo fuera diputado” (1952), pero en la práctica Mario guardaba silencio ante los excesos del presidente en turno y pagaba con creces su fidelidad, como cuando en su papel de Cantinflas realizó un par de sketches promocionando los Juegos Olímpicos de México 1968. Mario Moreno afirmó que su personaje estaba inspirado en el trabajo de Charles Chaplin, y con el tiempo y con su ascenso al estrellato incluso llegó a conocerlo en persona cuando por un breve tiempo fue a filmar dos películas a Hollywood, “Pepe” (1960), y “La Vuelta al Mundo en Ochenta Días” (1956), esta última ganadora del óscar a la mejor película.
Finalmente, en 2014 salió a la luz el filme “Cantinflas” protagonizado por el actor español Óscar Jaenada, quien, pese a las críticas en su momento, realizó un magistral trabajo en esta cinta que básicamente hace referencia a varios aspectos de la vida personal del mimo, más que a su carrera artística. Quizás entre la sorpresa e incredulidad de dicha cinta, fue gracias a esta que pudimos conocer otros matices, algunos poco agradables de este ícono del cine de oro mexicano.
Por lo pronto y para recuerdo no solo de los nostálgicos y de las generaciones que van de salida, Cantinflas es un personaje indispensable en la cultura pop de nuestro México, mismo que nos ayuda a entender esa sociedad disímil en la que vivimos y que para los más jóvenes es necesario que sepan, antes de que se pongan a tiktokear malas parodias, pues para imitaciones solo existen dos efectivos que las han sabido hacer; uno es el cómico ochentero Flavio y otro Carlos Espejel con su graciosa adaptación infantil de “Carlinflas” (Chiquilladas, 1982). De pronto estas remembranzas sirvan para que algunos jóvenes dejen de creer que han descubierto el hilo negro, y en realidad se trate de solo una fantasía o un malentendido, similar al de nuestro mimo con el descubrimiento del “carburest” en la cinta de “El Supersabio” (1948).
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.