Ráfagas: Voracidad panalista
· Sólo Xóchitl Gálvez tendría las firmas necesarias
· Mostraría su debilidad para reunir descontentos
Muchas cosas no marchan bien en el Frente Amplio por México.
Mucho se ha hablado de las disidencias internas por celos internos entre las cúpulas de Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano.
Todos esperaban los momentos decisivos de esa suerte cuando se decidieran las candidaturas secundarias, gobernadores, senadores y diputados.
Peor tantito: al momento de postular candidatos plurinominales porque tradicionalmente los mandos de los partidos reparten las primeras posiciones entre ellos mismos.
Pero en pocos días puede haber noticias poco favorables.
Conforme se acerca el vencimiento para la recolección de firmas de los aspirantes, se asoman nubarrones no previstos al lanzar la convocatoria ni al desarrollo del proceso.
Eso ha encendido las alarmas cuando los observadores, ex consejeros electorales y militantes partidistas, ven el desigual crecimiento de la docena de inscritos.
El tema explotará los próximos días y, júrelo usted, servirá de leña para la pira encendida por todos los simpatizantes del presidente, de su movimiento y de su gobierno.
SÓLO XÓCHITL GÁLVEZ
Pero seamos más específicos.
Uno de esos aspirantes, la hidalguense Xóchitl Gálvez, ha despuntado y según sus cuentas ha superado con creces las 150 mil firmas necesarias.
Pero sólo ella.
Hay otros muy rezagados, con 50 mil o menos.
¿Cuál es el problema?
La percepción, inducida desde Palacio Nacional, es fruto del discurso según el cual todo está decidido y Xóchitl Gálvez no tiene oposición.
Hay cuadros muy valiosos, sin duda: Enrique de la Madrid, Santiago Creel, Beatriz Paredes… y para qué seguir con nombres de relleno.
Pero si ellos no logran los 150 mil respaldos, se hablará de fraude, de simulación, de un proceso amañado y dirigido desde la cúpula empresarial –López Obrador dixit– vía Claudio X González.
Ese es pasto seco para el oficialismo.
Pero en el Frente Amplio por México también puede haber desánimo por no movilizar a millones en pos de la docena de prospectos posibles, ciudadanos, panistas, priístas, perredistas.
Porque ni entre todos fueron capaces de aglutinar a quienes están contra la política unipersonal del presidente o bien están decepcionados luego de comprar sus espejitos en 2018.
DEBATE EN SOLITARIO
¿Cuáles serían las consecuencias?
Poca legitimidad del o la ganadora -a estas fechas nadie duda de la ventaja de Xóchitl Gálvez– porque no se tomaría como una contienda abierta, libre, bien organizada y desarrollada.
La repercusión inmediata estaría en los debates: si sólo ella cumplió con el requisito de las 150 mil firmas, ni modo de discutir proyectos consigo misma y eso restaría interés entre la población.
El molde se acabaría de romper si alguno de los participantes descalifica el proceso o bien si las autoridades electorales, con línea del poder obviamente, descalifican alguna parte del proceso.
Pero la clave todavía está en los propios aspirantes: deben acelerar la cosecha de apoyos y registrarlos debidamente a fin de alcanzar registro y seguir con las siguientes etapas según las previsiones.
Otro dato: si en algún momento desde el poder se pensó influir a favor del panista Santiago Creel, se ha dado la orden de recular para desprestigiar no nada más a la alianza opositora, sino a Xóchitl Gálvez.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.