Ráfagas: ¿Malos manejos en la Comisión de Búsqueda de Personas?
Una estufa que lanza poco hollín, la de Claudia Sheinbaum Ojalá hubiéramos tenido, junto con millones de mujeres campesinas, unas estufa segura que no nos lanzara humo, para cocinar. El fuego disponible, equilibrado y seguro para cocinar, siempre respetará la salud. En aquellos días de frío extremoso en el campo de Sonora, yo recuerdo la forma como nos hacinábamos, pequeños todos, alrededor del pretil que mis padres habían construido, para poner el fuego y hacer la comida. Muy a pesar del cuidado todos aspirábamos el humo que salía constante de la leña que enclaustrada en el centro del pretil, lanzaba el hollín. Yo tenía una tos constante y recuerdo a varios familiares que vivían de la misma manera, que sin haber fumado nunca, murieron de cáncer del pulmón. Vivíamos en enormes galerones de petate que todos los campesinos utilizaban sin resguardo al invierno extremo, mientras en el campo de los Valles del Yaqui y Mayo, se elevaban como torres feudales, las bellas residencias de los agricultores que habían sustituido a los hacendados. A más de 40 años del estallido de la Revolución ésta había quedado en el lejano olvido y los ricos de ese estado, como en otros estados del país, dominaban la riqueza, sobre todo del campo. En esa década de los cincuenta, el hijo de uno de los revolucionarios también de nombre Álvaro Obregón era el gobernador del estado. Y un hijo de Plutarco Elías Calles, presidente municipal de Cajeme, ciudad a la que le habían quitado el nombre indígena para darle el de Obregón. El PRI ya dominaba todo el país en una llamada institucionalidad que borró de un plumazo la muerte de miles de campesinos revolucionarios, cuyos descendientes ahora vivían en galerones de petate, como nosotros. La traición a la Revolución, se había hecho nacional desde entonces.
EL FUEGO AMIGO EN UNA ESTUFA AGROECOLÓGICA EN EL CAMPO MEXICANO
De acuerdo a los informes difundidos por la precandidata triunfante en las encuestas Claudia Sheinbaum, el aporte que hizo en su tesis sobre una estufa especial para paliar los problemas de cocinar en el campo, no es menor. Está valuado como un aporte que será fundamental cuando escaseen más las energías tradicionales. Es “un dispositivo eficiente, estético” que tiene tres partes fundamentales: unas cámara de combustión, un comal y una chiminea donde se desplazan los fases contaminantes. Tiene un ahorro de leña en 60 por ciento y algo fundamental para la salud, una reducción del 9o por ciento de las emisiones de humo y menos hollín. No es menor, recalco, entre los muchos méritos que tiene Claudia Sheinbaum, el haber creado una estufa especial en un país en donde más del 21 por ciento, cerca de 14 millones, de las mujeres mexicanas, viven en el campo. Mujeres que en alto porcentaje se dedican al hogar y atienden el campo, ya que 62 por ciento son ejidatarias. Algunas trabajan sobre todo en la agricultura, pero otras incursionan en la ganadería y la pesca entre otras funciones del campo. Pero es un sector que aún acumula la pobreza que dejaron y que se va desbrozando a partir de cambios. Pero todavía hay pobreza extrema. Un alto porcentaje, 60 por ciento de esas mujeres, habla idiomas indígenas y de acuerdo a datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, el 33 tiene primaria y el 31 secundaria. Solo un 6 por ciento ha cursado licenciatura o posgrado. Un adminículo avanzado que sobre todo preserva la salud, es algo que está causando impresión en esos secrtores y que solo en la capital ya lleva 4 mil estufas en pleno uso.
EL 15 DE OCTUBRE DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER RURAL
Que bonito que la Conferencia Mundial de Mujeres, haya escogido en el 2007, el 15 de octubre de cada año para celebrar a la mujer campesina, rural. Es el día de Santa Teresa y quizá hubo cierta inclinación para Teresa de Jesús la Santa de Ávila que fue una gran escritora y en sus tiempos antes de que Ävila fuera la famosa ciudad amurallada en cuyos aleros se refugian las cigüeñas, ella inició una lucha por una reforma en su organismo eclesial de las Carmelitas Descalzas, que motivó persecución, injurias y oposiciones. En lo que por otro lado tuvo el apoyo de grandes personajes. Su famosa obra Las Moradas, Libro de su vida (Editorial Porrúa S.A. 1992, novena edición) es analizado por teóricos y escritores y lo constata en la biografía que escribió sobre ella, la española Juana de Ontañon. Ya la comentaremos.
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