Ráfagas: Voracidad panalista
Enrique Graue en la encrucijada. Menos barullos le están haciendo al verdadero plagio ya reconocido de la mujer inventada del Frente Amplio, sin la insistencia ni denuestos y agresiones como lo hicieron ante el presunto plagio de Yasmín Esquivel la ministra de la Suprema Corte. Y aparece ya en escena el casi ex rector Graue para hacerse del caso. Muy a fuerzas debe ser en este caso, porque no se muestra la beligerancia que marcó a Esquivel ni la forma como se ensañó con ella su propía universidad. Al grado de crear una ley a partir de un hecho no signado legalmente y que es una ofensa grande para un ser humano que tiene todos sus derechos a salvo pera lanzarse contra la propia universidad, Y eso llevó a intervenir insistente al oftalmólogo Graue. El juez que le dio entrada a favor al juicio que presentó Esquivel, anda dando patadas de ahogado quizá porque está presionado por el nuevo asunto. Con esta nueva acción ya aceptada, la situación de la presunta se complica, porque ya tiene encima el problema de la casa roja. Gente que no ha entendido que para buscar el poder se tiene que llegar impoluto.
EL CASO DE LOS PLAGIOS EN LAS UNIVERSIDADES DEBE SER CATASTRÓFICO
Si con dos casos de gente pública se ha descubierto sin querer un presunto plagio y uno real reconocido, imagínense que sería si se investiga a fondo esa situación. Lo que llama la atención es la importancia que se da a la tesis de alumnos que se supone han cumplido ya con todos los requerimientos universitarios. Quizá por ello ha cambiado el sistema con muchas formas para acceder al título. Reconocimiento éste que pierde y de ahí la paradoja, cuando se sale de una universidad y vemos al titulado destacado alumno, sociólogo, ingeniero, médico et al, manejando taxis o simples Uber. Varios de los precandidatos a la rectoría en plena campaña, han señalado este punto como fundamental de relacionar el conocimiento con la práctica. Entre los 17 aspirantes hay varias mujeres muy talentosas y entre los varones, ya dio su punto de vista aquel líder del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) a quien conocí, traté y entrevisté varias veces, Imanol Ordorika, junto con Carlos Imaz y Antonio Santos. Los tres inteligentes líderes que cimbraron en el 1987-88 a la UNAM. Y cercanos a los dos primeros Mireya Imaz y Claudia Sheinbaum. Ahora, ya un señor quizá sesentón, con muchos méritos académicos encima, Imanol pugna por llegar a una rectoría que criticó en la época de Jorge Carpizo. Tiene el conocimiento renovado por la experiencia académica, más lo que recuerda de aquellas luchas y propuestas en una universidad que declina en muchos problemas. La carta está echada, pero no hay mucha confianza en la forma como será la elección. Hay que cruzar los dedos.
LA UNAM, SETENTA OCHO AÑOS CON LA MISMA LEY OBSOLETA
La ley con la que se gobierna la UNAM, es totalmente obsoleta (Edición UNAM varias fechas). Fue promulgada por Manuel Ávila Camacho el 6 de enero de 1945 y las firmas que aparecen son del propio Ávila Camacho, de Jaime Torres Bodet, de Eduardo Suárez, de Miguel Alemán y de un personaje controvertido y mal calificado Maximino Ávila Camacho el hermano del presidente. Los días once y 12 de septiembre de 1986, el rector Jorge Carpizo Macgregor dio a conocer las modificaciones que tenía para la casa de estudios y que se expresaron en 26 propuestas. Se incluyen en el cuadernillo que circuló ampliamente en aquel tiempo, las modificaciones y adiciones al Reglamento General de Inscripciones, al Reglamento general de exámenes, al Reglamento general de pagos que era esencial para Carpizo y que fue uno de los puntos que más lo afectó, al Estatuto general, al Reglamento general de Posgrado, al Estatuto general del personal académico, al Reglamento para la elección de consejeros y al Reglamento interior del Patronato Universitario, entre otras modificaciones. Todo fue expuesto durante la huelga del CEU y culminó con la propuesta de un Congreso Universitario que fue diluyendo las propuestas centrales, Ahora la disyuntiva que tiene la UNAM para fortalecerse puede renacer con un buen rector ¿Quién será? Ya veremos.
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