Ráfagas: Voracidad panalista
«La Universidad es un factor de civilización humana,
donde la discusión y el diálogo se contraponen a los
insultos y las diatribas»: Pablo González Casanova
Se recrudece la confrontación entre el jefe máximo del Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, sin importar las autonomías entre los Poderes de la Unión que el constituyente de 1917 previó para que México transitara de país de un sólo hombre a nación de instituciones y de leyes, ni el retroceso que la 4T imprimió al proceso democratizador de la Nación.
Este martes 17, los legisladores oficialistas de Morena (junto con los PT y PVEM), genuflexos e inertes ante la voluntad presidencial, sin análisis ni modificación –si acaso un anexo realista–, aprobaron por mayoría la desaparición de 12 de los 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación y camina la iniciativa al Senado para buscar la aprobación del Congreso.
Tiempos preelectorales donde la narrativa presidencial con base en mentiras insiste en convencer a su base electoral de que rescata dinero público (15 mil millones de pesos) de los fideicomisos creados para costear lujos y privilegios de jueces y magistrados corruptos para destinarlos a dar becas para los niños pobres. ¡Anjá!
La verdad debe ser revelada por el Poder Judicial ¿Los fideicomisos a quiénes favorecen? ¿Cómo se integraron? ¿Son suceptibles de extinción? Trabajadores del Poder Judicial con paros laborales reclaman al Ejecutivo su ceguera e injusticia para reconocer sus derechos como profesionales comprometidos en preservar la ley y el estado de derecho.
En azaroso contrasentido, el presidente ha hecho caso omiso de otros 15 mil millones de pesos, cálculo conservador del fraude en Segalmex, que podría recuperar de llevar a juicio a su exjefe Ignacio Ovalle, director y presuntos secuaces en la «desaparición» de dinero destinado a campesinos productores de granos básicos para lograr la autosuficiencia alimentaria. Pero de esto, inexplicablemente no quiere hablar AMLO.
Miente quien está en la cúspide del Poder Ejecutivo, y se alinean oprobiosamente los diputados afines, mayoría simple en el Poder Legislativo, pese a reclamos de la oposición.
Hasta que esa obediencia acaparó también a la Suprema Corte de Justicia bajo la presidencia de Arturo Zaldívar no existieron diferendos sustanciales ni se visibilizaban los fideicomisos –cuyos recursos son ahora objeto del deseo de AMLO–, creados con presupuestos de pasadas administraciones gubernamentales.
En el ocaso del sexenio lopezobradorista se intentan expropiar. Dicen los juristas que la paradoja es que finalmente será la SCJN quien resuelva esta controversia y, es factible, que concluya el sexenio antes de que se logre consumar la venganza del jefe del Ejecutivo contra el Poder Judicial encabezado por la ministra Norma Piña, respaldada por la mayoría de los ministros quienes han confrontado y contenido los excesos del primer mandatario.
López Obrador, día tras día, golpea en las conferencias Mañaneras la probidad y honradez de ministros, magistrados y jueces que no se someten a sus deseos. Hace meses, manifestantes oficialistas quemaron una figura de la ministra presidenta de la Suprema Corte. Hace dos días, los trabajadores del Poder Judicial en mítines de protesta hicieron lo mismo al quemar un Amlito, como llaman al muñeco caricaturizado del mandatario.
Esta historia de confrontación y desgaste continuará: la revancha del Poder Judicial la veremos pasadas las elecciones del 2 de junio de 2024, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resuelva las impugnaciones electorales.
Es tiempo propicio para repasar un valor que los políticos de nuestra amada nación pierden cada día: La integridad, cualidad de íntegro. (2. adj. ) Dicho de una persona: Recta, proba, intachable, según la RAE. ¿Quién de los candidatos a puestos de elección popular poseen esa característica tan necesaria para recuperar la ruta democrática del país? Actualmente, entre la mayoría de los políticos oficialistas esa cualidad parece estar ausente.
Un ejemplo de persona con integridad fue Don Pablo González Casanova. uno de nuestros personajes del Siglo XX, exrector de la UNAM durante el periodo (1970-1972), gracias a él, escribió el politólogo de izquierda Octavio Rodríguez Araujo: «confirmé la enorme importancia que tienen las convicciones y los principios, la voluntad de no traicionarse a uno mismo, de universalizarnos en el pensamiento sin perder la identidad nacional».
En 2022, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la UNAM publicó el libro «Cien años de Pablo González Casanova», en honor a quien también fue director de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales (1957-1965), «para delinear la sabiduría del maestro» y agradecer su ideario en favor de la construcción de la democracia en México.
El libro contiene testimonios de colegas y condiscípulos de Don Pablo, como el del profesor emérito de la FCPS, Rodríguez Araujo, quien reconoce a un maestro y amigo que enriqueció su vida al compartir su determinación de priorizar el diálogo respetuoso por encima de las diferencias con nuestros interlocutores.
En la introducción, Carola García Calderón, directora de la FCPS, presenta una breve semblanza de González Casanova titulada: La biografía de un crítico, donde destaca su vasta preparación en México y el extranjero, su prolífica actividad creativa para ampliar y mejorar la calidad de la educación superior y el aprendizaje. Fue un férreo defensor de la educación autónoma e investigación en Ciencias Sociales.
Cabe señalar que, para los egresados de la FCPS, siempre es grato visitar nuestra alma mater para comprobar que en todas las actividades, como la Conferencia sobre «El Periodista Deportivo en México», del pasado martes, donde fue evidente el interés estudiantil, académico y periodístico por ampliar la discusión y el análisis de las actividades que impactan a la sociedad, así como elevar el nivel académico y crítico de los profesionales dedicados a informar.
Felicitamos por ello a los organizadores, a la maestra Ericka Andrea Rodríguez Velázquez, coordinadora del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación; al periodista Juan Manuel Damián, miembro del Comité Elector del Salón del Periodista Deportivo, egresado de la FCPS; así como las aportaciones de experimentados reporteros del periodismo escrito (José Garduño, Artemio Cano) famosos cronistas televisivos (David Faitelson, Francisco Javier González, Fernando Schwartz) y de Diego Álvarez del Villar, joven director del portal Var Deportivo representando también al newsletter de la industria deportiva, El Míster, entre otros.
Una vez más corroboramos que la preparación y los valores sí importan, pensar y analizar son actividades esenciales en los profesionales universitarios de ciencias sociales, políticas y comunicacionales, pese a lo que diga en contrario nuestro presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien en una más de sus incongruencias es egresado de esta Facultad… y la excepción que confirma la regla.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.