Topógrafo corneal portátil incubado en la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de enero de 2024.- La primera misión desde Latinoamérica a la Luna, diseñada y construida en el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, comenzó su viaje de 400 mil kilómetros al satélite natural de la Tierra, a bordo de la nave Peregrin, de la empresa Astrobotic, impulsada por el cohete Vulcan Centauro, que despegó de Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos.
Gustavo Medina Tanco, responsable de la Misión COLMENA y del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional, detalló que se trata de un hito tecnológico en sí mismo, ya que ir a la Luna es una de las actividades más complejas que puede realizar la civilización humana hoy en día.
“Toda la carga útil fue desarrollada en LINX y validada en una serie de pruebas largas y exhaustivas en México, primero, y en Estados Unidos después, cuando se integró a la nave Peregrine y, finalmente, fueron montadas en el cohete Vulcan Centauro”, manifestó el investigador, de acuerdo con un comunicado de prensa.
Este trabajo es un éxito para el país, pues para su desarrollo permitió la formación de aproximadamente 250 jóvenes universitarios de la UNAM, y también del Instituto Politécnico Nacional, de Chiapas, Guerrero, Puebla, Baja California, y otros lugares del país, aseveró.
Técnicamente la misión mexicana enfrentó con éxito el reto de miniaturizar los sistemas robóticos, ya que nunca se habían creado equipos tan pequeños para operar en el espacio, lo que posiciona a México en el sector espacial a nivel internacional.
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