Radar Político: Parra, se adorna…
PACHUCA, Hgo., 17 de junio de 2024.- La inteligencia artificial (IA) está emergiendo como una herramienta transformadora y el sector público no es la excepción. Su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos y aprender de ellos permite a los gobiernos mejorar la eficiencia y eficacia de sus programas sociales, abordando problemas complejos con nuevas perspectivas.
Uno de los principales beneficios de la IA en las áreas sociales es la mejora en la asignación de recursos y servicios. Por ejemplo, los algoritmos de IA pueden analizar datos demográficos y socioeconómicos para identificar áreas con mayor necesidad de intervenciones sociales, como programas de asistencia alimentaria, subsidios de vivienda o apoyo educativo. Esto permite una distribución más equitativa y efectiva de los recursos, asegurando que lleguen a quienes más los necesitan .
La IA también está transformando la administración de servicios sociales. Por ejemplo, chatbots y asistentes virtuales están siendo implementados para atender consultas de ciudadanos, proporcionando información y asistencia en tiempo real. Estos sistemas pueden manejar un gran volumen de interacciones, liberando a los trabajadores sociales para que se concentren en casos más complejos que requieren atención personalizada .
La adopción de la IA en el sector público plantea desafíos significativos. Uno de los principales es la privacidad y seguridad de los datos. Los sistemas de IA requieren acceso a grandes cantidades de datos personales, lo que plantea riesgos sobre la protección de la privacidad de los ciudadanos. Es esencial establecer marcos regulatorios que aseguren el uso ético y seguro de estos datos .
Otro desafío es el riesgo de sesgos en los algoritmos. Si los datos utilizados para entrenar los sistemas de IA no son representativos de toda la población, los resultados pueden ser injustos o discriminatorios. Por ello, es crucial que los desarrolladores trabajen con datos diversos y representativos y que implementen medidas para mitigar estos sesgos .
La adopción exitosa de la IA en el sector público requiere una colaboración estrecha entre tecnólogos, diseñadores de políticas públicas y la sociedad civil. Solo a través de un enfoque interdisciplinario se pueden maximizar los beneficios de la IA mientras se minimizan sus riesgos. Para que esto ocurra se requiere de voluntad política.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.