Se ejecutan 51 obras en Pachuca y Mineral de la Reforma
TULA DE ALLENDE, Hgo., 11 de diciembre de 2024.- Residentes de Tula de Allende catalogaron como insoportables a los olores despedidos por las aguas negras y los lodos putrefactos del río Tula, sobre todo a la altura de los puentes Metlac y Zaragoza, por donde obligadamente tienen que transitar caminando.
Un vecino, Antonio Barrera, explicó que los intensos aromas se deben a que los líquidos residuales y los fangos provenientes del Valle de México, permanecen estancados en las planchas de cemento de lo que ya es el canal Tula, situación que preveían desde hace más de dos años, cuando se empezaron las obras del Plan Hídrico de la demarcación, que supuestamente serviría para evitar inundaciones.
Los intensos aromas opinó el habitante, son más intensos y dañinos debido a la falta de árboles, que fueron talados y nunca repuestos por la Conagua, a pesar de que se masacraron miles de ejemplares.
En este sentido, una mujer, que se identificó como María Hernández, dijo que ella vive alejada de la cabecera municipal, pero a medida que se acerca en el transporte público a los citados puntos, comienza la peste, que se crece y crece conforme ingresas al primer cuadro.
Ambientalistas del municipio y la región advirtieron de tal escenario desde que iniciaron las obras de revestimiento del río Tula en 2017, durante el gobierno del expresidente de la República, Enrique Peña Nieto (EPN).
“En ninguna época del año viviremos tranquilos, durante el tiempo de lluvias, las crecidas del canal nos tendrán con el Jesús en la boca y en constante riesgo de inundación, mientras que en temporada de seca, con los calores vespertinos de diciembre, los olores y gases contaminantes por las aguas estancadas nos matarán poco a poco”.