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Gobierno de Sheinbaum sin atender el tema de derechos humanos: CPJ
MÉRIDA, Yuc., 27 de febrero de 2025.-Para entender el hoy es inevitable asumir la vigencia del pasado. Difícil entender lo inédito y las nuevas prácticas. López Obrador resolvió su ausencia con un complejo andamiaje de equilibrios que la presidenta Sheinbaum respeta, y asume que es lo mejor para la continuidad del proyecto político.
Escapa a la atención que todos los competidores en la contienda por la candidatura presidencial tienen un lugar destacado en la política. Marcelo Ebrard que jugó fuerte, denunció y reclamó por los dados cargados en la competencia es ahora secretario de Economía con un gran poder e influencia. Sus modos un tanto protagónicos son tolerados por la presidenta Sheinbaum en la medida en que son funcionales a su gobierno. Los mayores elogios a la presidenta por la manera como se ha negociado con Trump han venido de él, excesivos e interesados. No importa la autenticidad de las palabras, relevantes los hechos, y la coexistencia de todos los competidores, diseño de López Obrador en ese encuentro memorable después de la elección del Estado de México. No hay fisuras en el equipo, tampoco engaño.
Algo semejante ocurre con quienes ahora son coordinadores de las Cámaras en el Congreso, Adán Augusto en el Senado y Monreal en diputados. Siempre, quien atiende la agenda legislativa del gobierno habrá de asumir costos, en ocasiones desproporcionados porque se le asignan decisiones cuyo origen es la oficina presidencial, también parte del juego. A periodistas y observadores de los asuntos públicos les resulta difícil entender los ajustes en el marco del proceso legislativo, sea la ratificación de la presidenta de la CNDH, la promoción del Senador Yunes o, recientemente, los cambios en el inicio de vigencia de la reforma contra el nepotismo. Quiérase o no, las decisiones las toma la presidenta Sheinbaum y es a ella a quien hay que reconocerle, aplaudirle o reclamarle lo que acontece en las Cámaras. El oficio de Adán Augusto y la experiencia de Monreal hacen impensable la rebelión o el abuso de su condición de líderes de legisladores.
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