
Ráfagas: Benjamín Rico ¿se va del PRI?
PACHUCA, Hgo., 5 de mayo de 2025.- El diseño industrial como una disciplina formal, tiene su origen en la Revolución Industrial en el siglo XIX.
Al principio se desarrolló como una necesidad para la creación de productos de consumo y producción en serie que estuvieran enfocados en la funcionalidad y como consecuencia también en la estética para que fueran más atractivos.
La escuela de la Bauhaus, fundada en 1919 en Alemania, fue una institución pionera en impartir la enseñanza del diseño industrial integrando el arte y la arquitectura, en México, el diseño industrial tomó relevancia a partir de la segunda mitad del siglo XX, influenciado por el movimiento Bauhaus y otras tendencias internacionales, conforme la industria se desarrollaba, poco a poco había la necesidad de diseñar productos funcionales y atractivos, buscando su propia identidad.
Inicialmente, los diseñadores industriales eran los arquitectos, artesanos y artistas que trabajaban en la creación de prototipos y en la mejora estética de los mismos.
El diseño industrial poco a poco se convirtió en una disciplina vital para la creación de productos innovadores, estéticos y funcionales, adaptados a las necesidades de la población y al mismo tiempo contribuyendo a la transformación de la imagen de una marca competitiva, es una actividad profesional que tiene diversas especialidades, se ha convertido tan cotidiana que a veces no dimensionamos su importancia, está implícito en el ámbito social, de salud pública, movilidad, transporte, gastronomía, turismo etc..
Los diseñadores industriales deben tener en cuenta las necesidades del usuario, la funcionalidad del producto, la estética y los aspectos económicos, de sustentabilidad y de sostenibilidad, el diseño es un tema de desarrollo social porque resuelve y mejora la calidad de vida.
Es fundamental en la creación de productos y marcas exitosas estar atentos a las tendencias del mercado y del medio ambiente, el diseño tiene la capacidad de crear identidad y pertenencia, el Estado de Hidalgo debería voltear a ver más el tema del crecimiento bien planeado a través de la creación (creatividad) a partir del diseño y no solo enfocar su crecimiento como maquiladores de productos que se diseñan en el extranjero o en otra entidad, pues esto poco a poco se convertirá en una gran limitante para su trascendencia, su crecimiento puede ser integral y podría convertirse en una referencia de verdadera evolución.
La experimentación sirve para posicionar a una marca o entidad, se necesita inversión y resiliencia si de verdad se quiere trascender, no solo hacer negocios que carezcan de innovación, estudios correctos y planeación que además dañan el entorno y el medio ambiente.
El diseño y la arquitectura junto al arte funcionan como agentes de innovación y economía de una entidad para el mundo. El diseño ha sido fundamental para el desarrollo y la economía del planeta: por ejemplo: vehículos de todo tipo, relojes, calzado, utensilios de cocina, gafas, recipientes, aviones, medios de movilidad, ergonomía, gastronomía, mobiliario, instrumental médico, aparatos para hospitales, computadoras, solo por mencionar algunos.
Todo ha sido concebido por la fuerza del diseño; la naturaleza misma ha sido sujeta del diseño, desarrollado a través de siglos de evolución, adaptación e inteligencia original, convirtiéndose en un lenguaje universal. En este contexto, la imagen de una ciudad también es el motivo que catapulta al turismo nacional e internacional y por ende, su economía. La iconografía asociada es la imagen que definirá por siempre a una entidad: así como reconocemos a Roma o a París porque fueron ciudades concebidas a partir de una estética y un estilo perenne, con base en su historia, su origen y sus afluentes culturales (la arquitectura del paisaje integrada a la movilidad, al diseño y al arte como eje iconográfico y funcional de nuestra sociedad)