
México frente a la era de los líderes autoritarios
PACHUCA, Hgo., 5 de mayo de 2025.- La construcción de públicos es una de las tareas más estratégicas —y menos visibles— en el ámbito cultural. No basta con programar espectáculos o abrir espacios artísticos; se requiere acercar a la ciudadanía a experiencias que transformen la curiosidad en hábito, el asombro en gusto, y el gusto en compromiso con el arte. Para el gobierno, esto implica diseñar políticas que permitan el acceso progresivo a contenidos de calidad. Para los artistas, es la oportunidad de perfeccionar sus lenguajes en diálogo con sus comunidades. Y para la sociedad, representa una puerta abierta a nuevas formas de comprensión, sensibilidad y cohesión.
No se trata de forzar públicos ni de esperar que aparezcan de la nada. Se trata de cultivar vínculos. Y esto implica recorrer un camino de manera gradual: acercar a las personas a los espacios culturales, diversificar los formatos, escuchar lo que conmueve y también lo que incomoda. El proceso debe ser incluyente, permitiendo a la comunidad artística explorar, fallar, corregir y crecer junto con sus espectadores.
Un aspecto fundamental es generar un equilibrio entre las opciones gratuitas y aquellas con costo. La gratuidad permite el acceso inicial, elimina barreras y democratiza la experiencia artística. Pero también es necesario formar públicos que comprendan el valor del arte y estén dispuestos a pagar por ello, fortaleciendo así la sostenibilidad del sector cultural. Enseñar a pagar no significa excluir, sino reconocer el trabajo creativo como un bien con valor.
Igualmente urgente es descentralizar la oferta. Las expresiones artísticas deben llegar más allá de las ciudades principales o los espacios consagrados; los barrios, comunidades rurales y municipios deben ser protagonistas y no solo espectadores esporádicos. La cultura florece cuando se siembra en todos los territorios.
Construir públicos es una labor paciente, de largo aliento. Es una apuesta por el presente y el futuro cultural de nuestras comunidades. Como bien dice el dicho: Roma no se construyó en un día. Tampoco lo hará una sociedad que valore, consuma y defienda el arte si no iniciamos hoy, paso a paso, juntos.