
La derrota de Trump y la visa de la gobernadora
PACHUCA, Hgo., 12 de mayo de 2025.-¿En la ejecución de políticas públicas continuamente nos damos cuenta de que los indicadores son necesarios pero no suficientes. Solemos presentar los resultados en cifras, número de acciones, de beneficiarios, de kilómetros, cantidad de ventas, etc. Esto puede generar una idea de progreso, sin reflejar los cambios reales en la vida de las personas. ¿Qué pasa cuando lo que importa no se puede medir fácilmente?
Lo que no se mide, no existe… o eso parece. Solemos generar indicadores, metas o entregables que deben ser rápidos y periódicos, en ocasiones eso nos lleva a ignorar o dejar de lado transformaciones más profundas o lentas que vienen como resultados paralelos a una intervención. Sin embargo, debemos aprender a identificar cuándo una transformación significativa se está gestando, la realidad no puede reflejarse en una hoja de cálculo.
Cada comunidad es un reloj distinto que no coincide en muchas ocasiones con los tiempos establecidos para los informes de gestión, hay procesos que llevan más tiempo como la apropiación de espacios públicos o los cambios culturales. Para ello necesitamos ciudadanos y gobernantes capaces de ver con otros ojos.
El buen gobierno no se limita a administrar bien, también debe escuchar, acompañar e imaginar. Es innegable que atender las causas de los problemas sociales es el fin de las políticas públicas, más no debemos caer en el error de sacrificar lo significativo por lo medible. Los indicadores son una brújula, no el destino.
Gobernar es sembrar, aunque la cosecha no se vea en el periodo de una administración, se de dejar de pensar en resultados con base en tiempos electorales. Por ello las políticas con visión de futuro generan más que indicadores la esperanza de una dignidad compartida.
Indudablemente, los programas públicos deben tener números que los respalden, pero sobre todo deben tener sentido. La administración pública debe ser entendida como un acto de responsabilidad histórica, ver al mediano y largo plazo, que se enfoque en eso que es difícil de construir y para lo cual el gobierno debe ser el eje rector. Es primordial entender que las administraciones deben dejar un legado, no solo reportes.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.