
Letras Minadas: Ocurrencias legislativas
En el lapso de una semana, calles y avenidas de Pachuca han sido escenario de una espiral descendente de la que es difícil mantenerse al margen. Las intensas lluvias se han transformado en ríos, en inundaciones que han causado afectaciones viales severas, mismas que tal vez están detrás de graves estragos en la salud mental de quienes viven la impotencia de no tener otra alternativa que permanecer atrapados en el tráfico.
En mi colaboración anterior, comentamos la importancia de que una ciudad cuente con alternativas eficientes de transporte. En esta ocasión, quiero apuntar un elemento más sin el cual sencillamente no puede hablarse de eficiencia en la movilidad urbana, pero tampoco de la ciudad como un espacio de sana convivencia. Se trata de la infraestructura.
La capital de Hidalgo ha concretado importantes avances en infraestructura. El boulevard Colosio y el par vial de las avenidas Revolución y Juárez son ejemplos de la capacidad de planear un trazo urbano coherente y pertinente, ya sea al crear nuevas vías o al adaptar calles tradicionales. La Glorieta de los Insurgentes fue una solución eficiente, económica y no invasiva del paisaje urbano. A la fecha, en ese punto convergen vehículos y peatones que pueden llegar a sus destinos de manera fluida y segura.
La ciudad también tiene recordatorios de otros proyectos, que se planearon con visión de largo plazo y que sólo se concretaron a medias. El Río de las Avenidas tendría que haber llegado a la Avenida Las Torres, con lo que Pachuca tendría otra salida a la Ciudad de México, pero se quedó en el entronque con Los Tuzos. Las ciclovías que existen tendrían que haber sido la primera etapa de un sistema que conectara puntos neurálgicos de la ciudad, pero ese proyecto está abandonado.
El futuro próximo nos presenta con urgencia la necesidad de alternativas de movilidad. A esta ciudad le hace falta planear e invertir en infraestructura. Un libramiento hacia el Valle del Mezquital es indispensable. El transporte pesado debe viajar por vías diseñadas exprofeso para sus necesidades y dimensiones.
Con todo, lo más importante es abordar el tema de la infraestructura de manera estratégica, con visión de largo plazo, sin sesgos partidistas, pues lo que se busca es darles alternativas a los ciudadanos que votarán en las siguientes elecciones, pero también a los que lo harán dentro de 10 o 20 años, y también a los que no van a votar.
En esa visión estratégica cabe el darle mantenimiento integral a la infraestructura que ya existe: lo que incluye dotar de drenaje pluvial donde ya sabemos que habrá inundaciones. Desde luego, cabe retomar y concluir los proyectos dejados a medias.
Desde mi morral
El mejor alimento en contra de la especulación y la mentira es "la congruencia" que tanto se extraña actualmente. Al final, la transparencia también logra separar los hechos de los discursos.