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MÉXICO, DF, 14 de marzo de 2015.- La científica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Sofía Arellano Cárdenas, formuló una bebida funcional a base de jugo de toronja, que previene y coadyuva al tratamiento de afecciones como artritis y osteoartritis en deportistas, personas con obesidad y de la tercera edad.
Con el propósito de aportar beneficios a la salud de los consumidores, la catedrática e investigadora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) suplementó la bebida con sulfato de glucosamina y sulfato de condroitina, se informó en un comunicado.
La doctora en Ciencias Químico Biológicas dijo que actualmente la población tiene preferencia por el consumo de alimentos que, además de proporcionar los nutrimentos básicos de la dieta diaria, aporten un beneficio a la salud.
Por ello adicionó al jugo de toronja ambos bioactivos, porque científicamente está demostrado que el sulfato de glucosamina incide en la desinflamación articular y el sulfato de condroitina posee propiedades que favorecen la regeneración de los cartílagos.
La bebida es completamente natural. La glucosamina proviene del caparazón de los crustáceos y el sulfato de condroitina se obtiene de los cartílagos de bovinos, por lo que no tiene efectos secundarios y pueden consumirla personas con un alto grado de desgaste articular. “Sirve para prevenir la osteoartritis y, a quien la padece, le ayuda a complementar su tratamiento médico”, indicó.
La científica politécnica explicó que la toronja contiene un poderoso antioxidante denominado naringina, pero le confiere un sabor amargo al fruto. Mediante una técnica de intercambio iónico y la utilización de una resina sintética, se disminuyó el contenido de dicho compuesto en la bebida.
“No obstante, conservó 85 por ciento de los antioxidantes del fruto, los cuales son de alta calidad. Adicionamos ácido cítrico e hicimos diversas formulaciones hasta lograr un sabor agradable al paladar, debido a que el sulfato de glucosamina le otorga cierto sabor a pescado”, indicó.
Arellano Cárdenas precisó que para garantizar la calidad e inocuidad de la bebida, se sometió a un proceso de pasteurización. No contiene conservadores y su vida de anaquel es de 40 días en refrigeración.
Una vez listo el producto y con el propósito de realizar un análisis estadístico del sabor y color, fue evaluado por al menos 70 personas, entre ellas, 30 especializadas en estos temas. Todos otorgaron su voto de calidad.
Con esta investigación, el alumno Miguel Ángel Hernández Fernández obtuvo el grado de Maestro en Ciencias y los resultados del trabajo se han presentado en dos congresos nacionales y próximamente se publicará un artículo científico.
Se alista una segunda etapa para el proyecto que podría incluir la administración controlada a pacientes con un seguimiento de dos años, con el propósito de evaluar los efectos y la mejoría.