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PACHUCA, Hgo., 3 de marzo de 2024.- Los días 3 y 4 de marzo de 1908 el periódico “El Imparcial” reprodujo en español el texto de la entrevista que el presidente de entonces, el general Porfirio Díaz concedió a James J. Creelman, periodista estadounidense, quien desde mediados de noviembre del año anterior viajó a la ciudad de México con la finalidad de realizar dicha conversación.
A decir del origen del autor de dicho reportaje sabemos que sus notas se caracterizaron por el sensacionalismo, mejor conocido como prensa amarillista.
Creelman trabajo en la imprenta del Brooklyn Eagle, fue reportero del New York Herald, así como de la revista Pearson´s Magazine, de esta última fue donde se publicó el texto original sobre la entrevista hecha al presidente Díaz.
De la mano de la carta de presentación del editor de esta revista, así como de una carta firmada por Theodore Roosevelt presidente de los Estados Unidos, fueron las cartas de presentación para que el presidente mexicano aceptara la entrevista.
El principal objetivo de Creelman era preguntarle sobre si nuevamente buscaría la reelección o si tenía algún candidato para la sucesión presidencial. La historia y el impacto en la política y opinión pública mexicana de esta entrevista lo sabemos de sobra, sobra ver cómo hay cosas que con el tiempo solo cambian de protagonistas…
Hace algunos días la reacción en los medios de comunicación, en particular de la prensa opositora al régimen, saltó de furia e indignación por la entrevista del presidente Andrés Manuel López Obrador hecha por la periodista Inna Afinogenova.
Lo primero que se me vino a la memoria fue el episodio de nuestra historia redactado en el párrafo anterior, pero mejor aún, pensar en la ironía y el revuelo que dicha charla de más de dos horas de duración en su formato original, causó (y causará) no solo en los detractores políticos de este sexenio.
A decir de todo esto en primer lugar ¿Quién es esta periodista que tanto revuelo está causando?
Para la opinión amarillista y conservadora de México, hablar de su procedencia huele a comunismo, incluso hay más de un torpe que asegura es una agente del Kremlin al servicio de Vladimir Putin.
Lejos de estas fantasías la realidad es que Inna Afinogenova es una periodista y presentadora de noticias de origen ruso que hasta mayo del 2022 trabajó como subdirectora del sitio web de RT en español y para el canal de YouTube, denominado “Ahí les va”.
Desde junio de ese mismo año, fecha en que salió de aquellos medios de comunicación, colabora en el programa “La Base” y en “Macondo”, espacios de análisis político mundial enfocado particularmente en asuntos que refieren a Europa, Estados Unidos y América Latina.
A partir del 2023 es directora del Canal Red Latinoamérica, donde emite su programa de análisis político llamado “CaféInna”.
Anterior a esto trabajó en varios canales y proyectos en Argentina pues desde muy joven su vínculo con el país la llevaron a familiarizarse de la cultura como del idioma.
Cabe señalar que luego de estallar el conflicto entre Rusia y Ucrania, Inna manifestó públicamente su desacuerdo con este, lo que la hizo romper relaciones laborales con la cadena de noticias rusa. Paralelamente a ello Google bloqueó el 1ro de marzo de 2022 el acceso a sus canales de YouTube, esto a consecuencia de las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia.
Ambos problemas la sacaron de los medios de comunicación por unos meses, para después aparecer en emisiones un tanto más independiente, esta vez dirigidas desde Madrid, España, donde fue presentada por el politólogo, expolítico y presentador de televisión, Pablo Iglesias, como una nueva integrante del programa dirigido por el, La Base.
Ahora bien ¿Por qué se vuelve relevante esta entrevista a diferencia de otras? Primero por la pertinencia del tiempo. Esta se da en el preludio a la apertura del período de campaña electoral para presidente de México; ello en cierta forma impulsa de manera indirecta a la candidata arropada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum Pardo.
Respecto al contenido de la charla, las anécdotas sobre historia y datos imprecisos sobre diversos temas, recurrentes en sus ya clásicas conferencias mañaneras, fueron los aspectos que mantuvieron cautiva en todo momento a la presentadora.
Pero seamos honestos, nuestro Huey Tlatoani no dijo nada que no refiriese antes.
El segundo lugar, para dar un doble mensaje; su retiro a partir de septiembre, mes en el que será el relevo presidencial. A cuyo caso, se asume que quien tomará el cargo será Sheinbaum.
Estas declaraciones se anticipan de manera aberrante adelantando ganadores en la contienda, y pese a que dicta que una vez retirado del puesto se irá a su Rancho “La Chingada”, dudamos mucho que posteriormente el poder de sus declaraciones deje de tener efecto político y social, y servir de apoyo para su sucesora.
En tercer lugar, deja una clara la agenda bilateral en cuanto a las relaciones con el país vecino del norte, y pese que en cierto modo tiene razón para preocuparse por los ánimos y tentativas injerencistas, este tipo de declaraciones por parte de algunos congresistas estadounidenses solo son estrategias de campaña política para los Estados Unidos donde también se celebrarán elecciones próximamente.
Por su parte, para los mexicanos como es un mero distractor de problemas más tangibles, como lo son el incremento de la inseguridad, violencia y delitos del fuero común en gran parte del país.
El cuarto y último punto, es coronarse como un mito viviente, reflejo impoluto de honestidad, liberalismo y justicia social al servicio de las clases más necesitadas de México, emulando los valores más solemnes del juarismo “histórico”, ello ante la opinión pública más allá de nuestras fronteras.
Lo hace en un medio digital libre e independiente cuyo alcance no tiene límites, bajo sus propias condiciones (en Palacio Nacional), y con la confianza de vituperar a medios tradicionales como al New York Times tildándolo de “pasquín inmundo”, y no es que no lo sea en el sentido estricto de su papel desinformador, pero sabe que al provocar a este medio se reitera como el adalid de los débiles y desprotegidos.
En pocas palabras, es solo un ejercicio para fortalecer aún más su gran ego.
Por su parte Inna también ha capitalizado dicha entrevista al por mayor siendo tema de discusión en las diferentes emisiones de las que es parte.
En fin, como suele decir mi abuela en estos casos: “Que lo compre quien no lo conoce…”