Reforma judicial deja sin protección a periodistas: Jan Albert Hootsen
ACAPULCO, Gro., 7 de septiembre de 2022.- Miedo, tensión, desempleos, pérdidas económicas, incertidumbre y desdén de algunas autoridades, es lo que han padecido habitantes del fraccionamiento Cantaluna, a un año de que el terremoto de 7.1 grados sacudió a Acapulco, Guerrero.
No obstante, algunas familias aún ocupan los departamentos y casas a pesar de que el dictamen de Protección Civil indica que son inhabitables, ya que carecen de recursos para pagar rentas o contraer nuevas deudas, porque muchos quedaron desempleados por la pandemia del Covid 19.
El fraccionamiento ubicado al poniente de Acapulco luce prácticamente deshabitado y los daños son evidentes, porque ahora están marcados por flechas pintadas en las paredes en cada edificio y sellos de clausura.
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