Casi 200 candidatos asesinados en México en el proceso electoral
PACHUCA Hgo., 2 de octubre de 2018.- El integrante hidalguense del movimiento estudiantil de 1968, Rolando Brito Rodríguez, aseguró que los nombres de los ex presidentes de México, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, así como el ex regente de la Ciudad de México, Alfonso Corona del Rosal, deben estar en el basurero de la historia por haber asesinado a miles de jóvenes ocupando al Ejército y la policía, por lo que no deben exaltar a estos personajes con homenajes.
A 50 años de la matanza de la plaza de la tres culturas en Tlaltelolco, uno de los sobrevivientes consideró que no deben existir monumentos, escuelas, calles, avenidas o auditorios con los nombres de los ex presidentes que ordenaron reprimir a los estudiantes y jóvenes y por ello deben ser borrados como sucedió en las estaciones del metro de la Ciudad de México, donde se retiraron las placas conmemorativas que detallaban que Díaz Ordaz inauguró dicho transporte.
El presidente del Movimiento Mexicano por la Paz y el Desarrollo dijo que se debe inculcar que Díaz Ordaz asesinó a miles de jóvenes, así como Echeverría que ordenó la represión conocida como “El Halconazo” y Corona del Rosal fue regente de la capital del país y estuvo vinculado en dichos actos como se enseña en las aulas que Victoriano Huerta traicionó a Francisco I. Madero y lo asesinó para tomar el poder.
De acuerdo con el ahora catedrático universitario, la historia ha juzgado a Díaz Ordaz y Echeverría de forma negativa y por ello se deben eliminar todos los espacios públicos que tengan el nombre de algún personaje que dañó a la ciudadanía, por lo que podría suceder lo mismo con las personas involucradas en matanzas como la de Acteal, en Chiapas, en 1997, así como Nochixtlán en 2016 o Ayotzinapa en 2014.
Agregó que confía que el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no se vuelvan a presentar actos de represión hacia la ciudadanía y exista la libertad de expresión y de manifestación, para que el Ejército y la policía no sean utilizados para reprimir violentamente a la ciudadanía.
Asimismo, consideró que la falta de organización es la principal razón por la que los movimientos sociales juveniles no perduran como sucedió con el caso Ayotzinapa y el “Yo Soy 132”, los cuales, dijo, sirvieron para reivindicar una causa coyuntural, pero después se dilatan, por lo que una vez que se plantee una propuesta a largo plazo como sucedió en 1968 entonces también trascenderá en el tiempo.