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PACHUCA, Hgo., a 19 de noviembre de 2019.- En México, 60 por ciento de los niños de 1 a 14 años ha experimentado un método violento de disciplina y 8 de cada 10 agresiones contra niños, niñas y adolescentes se dan en la escuela y en la vía pública, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición
Uno de cada dos infantes y adolescentes ha sufrido alguna agresión psicológica por un algún miembro de su familia, uno de cada 15 niños y niñas ha recibido alguna forma de castigo físico severo (jalones de orejas, bofetadas, manotazos o golpes fuertes) como método de disciplina y el hogar es el tercer lugar en donde los niños están expuestos a la violencia.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) catalogó a México como el país con el índice más alto de abuso sexual infantil, conducta perpetrada, en su mayoría, por familiares directos de niños, niñas y adolescentes y que se mantiene muchas veces en secreto promoviendo la reincidencia sistemática.
Los datos, en ocasión del Día Mundial de la Prevención del Abuso Contra los Niños, hablan de una normalización del abuso, condición pocas veces denunciada.
Esta conmemoración se lleva a cabo desde el año 2000, cuando se invita a una jornada de reflexión sobre la frecuencia del abuso infantil en sus distintas modalidades, siendo considerado maltrato o abuso cualquier acción (física, sexual o emocional) u omisión no accidental en el trato hacia los menores de parte de padres o cuidadores, que les ocasione daño físico o psicológico y que amenace su desarrollo tanto físico como psicológico.
Según estudios de Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en América Latina, cerca de la mitad de los padres de familia considera el castigo físico parte de la crianza “normal” de los hijos, mientras que tres cuartas partes de los padres de familia aceptan que han agredido a menores de manera psicológica, ya sea con gritos, palabras, silencio o indiferencia.