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TULA DE ALLENDE, Hgo.- Como “inhabitable” calificó la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a esta región del estado, cuya problemática ambiental destacó entre más de 500 conflictos ambientales en el país.
El titular de la dependencia, Víctor Toledo, anunció la propuesta para la implementación de un Programa de Restauración Ecológica en esta región hidalguense.
La decisión, dijo, se debe a que “durante las tres décadas en la que estuvieron gobiernos neoliberales, la política medioambiental se vio relajada en muchos sentidos”, lo que ocasionó la crisis ambiental que padece el país.
La misma, afirmó, ha sido fundamentalmente provocada “por la reciente proliferación de megaproyectos de minería, producción de hidrocarburos, gas, fracking, termoeléctricas, entre otros que han generado desequilibrio local y regional no solo en el sentido ambiental, sino en la perspectiva social y cultural”.
Subrayó que la falta de aplicación de las políticas ambientales, así como el descenso en el presupuesto de Semarnat hasta en 60 por ciento en los últimos dos sexenios, propiciaron la relajación de la aplicación de la ley donde era necesaria.
Dio a conocer que, tras la toma del edificio de la Semarnat, el 2 de julio pasado, por parte de tres movimientos sociales, entre ellos el tulense Movimiento Social por la Tierra, se atendió en diálogo a sus líderes para escuchar su petición y reclamo.
En la reunión con el MST, informó, quedó de manifiesto la grave situación que prevalece en la región de Tula y en sus municipios aledaños.
Destacó “la presencia de varias industrias, fundamentalmente de la refinería, cuatro cementeras, tres caleras y la presa Endhó, receptora de las aguas residuales de la Ciudad de México y que se encuentra en situación deplorable, pues existen altos niveles de mercurio, plomo, bario, arsénico y fenoles en aguas y pozos cercanos que generan enfermedades en la población de los alrededores”.
Al respecto expuso que no es únicamente el problema del agua, sino también del aire, cuyos registros “muestran partículas de ozono y dióxido de azufre. El 98 por ciento de la producción de dióxido de azufre de Hidalgo se encuentra en la zona de Tula”.
Reiteró que la contaminación del suelo con las aguas de riego utilizadas para la producción agrícola es causante también de los problemas de salud entre los pobladores, lo que hace la región “inhabitable en el sentido de una vida digna”.
Recordó que en noviembre de 2018 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos sanitarios declaró la región como zona de emergencia sanitaria, siendo a esta declaratoria a la que se empatará la propuesta de Semarnat.
Tula, dijo, es solo un ejemplo de lo que sucede en el país, cuya crisis ambiental es padecida en mayor medida entre la población más vulnerable.
Expuso que en este periodo de la 4T, “La Semarnat debe tomar cartas en el asunto y se coordinará con el Gobierno del Estado de Hidalgo, autoridades de salud y otras correspondientes para crear un acuerdo de tres puntos.
Las acciones propuestas por Semarnat marcan como primer punto “promover ante Ejecutivo Federal la Expedición de una declaratoria para el establecimiento de la región indicada como Zona de Restauración Ecológica”.
En segundo término, se busca elaborar, con la participación de las comunidades, un programa estratégico de recuperación y saneamiento de la presa Endhó y su zona de influencia para atender el grave desequilibrio ecológico.
Por último, instó a que se promueva de manera prioritaria e inmediata una mesa técnica con la representación de las comunidades y la participación del Gobierno Estatal para atender las demandas ya presentadas para las que el Ejecutivo hidalguense y otras instancias han comprometido recursos en el presupuesto vigente.
La población objetivo de estas acciones son las más de 175 mil personas, de las cuales más de 5 mil son indígenas, habitantes de 135 poblados y varios municipios, detalló Toledo, al tiempo que dio a conocer que la Semarnat convocará a los actores involucrados en el impacto ambiental a realizar un programa de acción conjunta y establecerá los mecanismos de coordinación correspondientes con el gobierno hidalguense y los municipales a fin de llamar a universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil en la zona y aquellos que muestren genuino interés en participar en las tareas citadas.
Asimismo, comprometió el esfuerzo para impulsar, promover y acompañar cambios legislativos y de normatividad que permitan enfrentar con solvencia los problemas regionales de emergencia que se presentan en la geografía nacional.
Finalmente declaró que con esta acción dirigida a la región hidalguense de Tula, se inicia una nueva época en la que se atenderán las demandas de tipo ambiental y se enfrentarán las problemáticas de forma contundente, ya que el tema n o puede ser “decorativo” en la Cuarta Transformación.