Reforma judicial deja sin protección a periodistas: Jan Albert Hootsen
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de septiembre de 2018.- Mediante un modelo matemático de epidemiología espacial, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) muestran que la violencia es un factor de riesgo ligado a los casos de rabia canina, sobre todo en zonas marginadas de alta peligrosidad en las que es imposible el acceso del sector salud para realizar campañas y aplicación de vacunas antirrábicas.
El trabajo realizado por la investigadora de la Escuela Superior de Medicina (ESM), Paola Zárate Segura, se enfocó a estudiar el caso de El Salvador, país que presenta dichos factores sociales y que permitió mostrar la relación de determinantes sociales como la violencia y la pobreza, con la vulnerabilidad para el desarrollo de la infección canina y, como consecuencia, el riesgo de diseminación en humanos.
De acuerdo a un comunicado, en colaboración con el Laboratorio Estatal de Salud Pública del Estado de México (LESP), con el Ministerio de Salud de El Salvador (Minsal) y el Instituto Nacional de Salud de Perú (INS), la doctora Zárate Segura mencionó que aunque actualmente existe un reporte de aproximadamente 61 mil casos de rabia humana a nivel mundial, que tienen origen principalmente por mordedura de perros con rabia y dijo que cuando hay un caso es importante cortar la cadena para evitar que el problema crezca. Informó que en los últimos años en México no existen reportes de rabia humana.
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