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PACHUCA, Hgo., 5 de septiembre de 2019.- Según datos de la Asociación Mexicana de Alzheimer y Enfermedades Similares, para 2025 el número de personas con algún tipo de demencia en México podría aumentar hasta alcanzar un millón.
El Alzheimer es el más común de los tipos de demencia y, aunque es una enfermedad incurable, irreversible y lentamente progresiva, la buena alimentación, el ejercicio y la atención familiar pueden paliar el deterioro cognitivo que desencadena este padecimiento.
Sobre ello habló para Quadratín Hidalgo Angélica Jiménez Grande, neuróloga egresada del Instituto Nacional de Neurología adscrita al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y a salubridad.
Explicó que este padecimiento es muchas veces incomprendido, pese a que hasta el 80 por ciento de las demencias puede ser de tipo Alzheimer, que involucra problemas de memoria, lenguaje, pensamiento y comportamiento.
La detección y diagnóstico, sin embargo, no son sencillos, pues la gente que llega a consulta por deterioro cognitivo pueden ser adultos mayores que ha desarrollado la enfermedad por largo tiempo sin que sus familiares se den cuenta debido a que en muchas ocasiones viven solos.
No obstante, dijo, la detección puede iniciar con la sospecha de un familiar al notar que una persona repite la misma conversación o pregunta una misma cosa de forma intensa, olvidan que guardan las cosas o dónde, descontrol de esfínteres, acumulación o guardar cosas en donde no es correcto o pueden extraviarse en lugares conocidos y olvidar a gente poco cercana y después a familiares.
En consulta médica, los especialistas llevan a cabo una prueba que denominan minimental para evaluar la orientación del paciente, la afluencia verbal, cálculo, abstracción, varios tipos de memoria, comprensión de lectura y si el paciente es capaz de seguir ordenes sencillas o más complejas y, según un puntaje, así como una serie de pruebas neuropsicológicas, se determina si el deterioro cognitivo es leve, moderado o severo.
Explicó que, en un estadio avanzado, se hacen diagnósticos diferenciales, pues el primer diagnóstico nunca será Alzheimer hasta que se descarte cualquier otra pseudodemencia.
“Por depresión o ansiedad se afecta atención y memoria, y en el caso de los pacientes adultos mayores, la pseudodemencia mejora con el tratamiento y atenciones, ya que es un trastorno de las emociones el que genera el deterioro, pero es reversible”, acotó.
Refirió que pueden ser factores para la demencia de Alzheimer, además de la genética, el padecimiento de enfermedades sistémicas, deficiencia de hormonas tiroideas, deficiencia vitamínica e incluso el desarrollo o mal cuidado de enfermedades como la diabetes, la hipertensión, sufrir infartos cerebrales que, aunados a un diagnóstico de demencia degenerativa, pueden coadyuvar al deterioro.
Aclaró que no existe la demencia senil, “no es normal que alguien tenga demencia porque es mayor”.
Aunque a la fecha no hay cura para el Alzheimer, el manejo del padecimiento es integral, pero la medicación es apenas una pequeña parte del tratamiento de estos pacientes, pues aseguró que la práctica de ejercicios, el control de enfermedades, la buena alimentación, escuchar música, estimular el movimiento para la mejor conexión neuronal, estimulación con sopas de letras, así como evitar el abandono de los pacientes, coadyuva a la mejoría en el estado de ánimo, ya que la pérdida de estimulación los deteriora y aísla.
Finalmente, instó a las personas adultas mayores a tener un plan de envejecimiento activo, pues en su práctica ha notado que la gente que deja de trabajar, se jubila o detiene sus actividades, se deprime o enferma, lo que es factor para comenzar a desarrollar un deterioro cognitivo.