Invirtió Hidalgo cerca de 350 mdp en infraestructura de salud
PACHUCA, Hgo., 3 de marzo de 2018.- Ataques recurrentes de falta de aire, silbidos en el pecho que se agravan durante la noche o al realizar alguna actividad física, pueden ser síntomas de una enfermedad crónica conocida como Asma.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad, esta enfermedad afecta a más de 235 millones de personas en el mundo, por lo que con actividades preventivas y de concientización se determinó que fuera la primer semana de mayo, la fecha propicia para recordar la importancia de sumar esfuerzos en el control del padecimiento, además de que se buscan resultados concretos como reducir los factores de riesgo para las personas que sufren Asma.
Además de enseñar a los pacientes a saber reaccionar frente a una crisis y desarrollar una buena atención por parte de los médicos a los pacientes.
El Día Mundial del Asma, supone una suma de actividades que se realizan de manera global fundamentalmente, para concienciar a la población de los hábitos saludables y de llevar dicha enfermedad bajo tratamiento médico.
De acuerdo a médicos neumólogos del Hospital General de Pachuca de la Secretaría de Salud en Hidalgo (SSH), el Asma, es una enfermedad crónica del sistema respiratorio caracterizada por la obstrucción de las vías que impiden el paso del aire.
Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones, lo que propicia que quien lo padece presente insomnio, fatiga diurna, una disminución de la actividad y absentismo escolar y laboral.
Debido a que los niños tienen vías respiratorias más pequeñas pueden ser más propensos a padecer la enfermedad, en cifras, estimó que 30% de los menores pueden presentar sintomatología relacionada al Asma, sin embargo, aclaró esto dependen de aspectos multifactoriales, como cambio de clima, infecciones o alérgenos.
Finalmente, se destacó que a pesar de no ser curable, un buen tratamiento permite tener un pronóstico satisfactorio, así como una buena calidad de vida.