Alertan transportación de lodos contaminados de canal Tula en zona urbana
PACHUCA, Hgo., a 5 de junio de 2020.- Hay evidencia científica de que se puede mitigar la generación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y controlar la elevación de la temperatura que genera el impacto ambiental.
No obstante, no han disminuido realmente las emisiones “sólo se bajaron los switches, se cerraron las empresas, pero lo que viene es reactivar la economía, y los modelos de reactivación consisnten en incentivar la producción, subir los promedios de un crecimiento de no menos del 10 por ciento de la economía, equivalente e la baja del PIB por la pandemia”.
Lo anterior explicó Sócrates López Pérez, durante la conferencia ¿Qué tan real es el impacto ambiental del Covid 19?, dictada en línea en ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente.
El doctor en Ciencias Sociales, Planeación y Desarrollo Económico, quien fungiera también como asesor de la Comisión Ambiental Metropolitana (Came) en el grupo de científicos, mostró gráficas relacionadas con las actividades humanas, emisiones y mitigación que observan el impacto con la reducción de emisiones de dióxido de carbono y óxido nitroso al ambiente.
“Debemos pensar en qué representa esta situación, preguntarnos y tomar decisiones para saber qué hacer con grandes emisiones de gases”, refirió al señalar que es posible bajar, regular o administrar las fuentes económicas que generan grandes cantidades de gases para controlar el calentamiento global.
En el caso de Hidalgo, exhibió la medición de los gases y la línea de volúmenes de GEI, al tiempo que expuso una gráfica que señala que la entidad emite 796 mil 359 toneladas de Dióxido de Carbono (CO2) al año a partir de fuentes móviles, es decir, vehículos de combustión interna que usan energía fósil, la mayoría de ellos, autos particulares y transporte público y de carga.
Sin embargo, resaltó que cerca del 50 por ciento de las emisiones disminuyeron con el Hoy no Circula sanitario.
En el caso de las emisiones de GEI de fuentes puntuales, expuso que éstas son responsables de lanzar a la atmósfera un millón 270 mil 290 toneladas de CO2, la mayoría generadas por industria del cemento, metalurgia, industria del petróleo y petroquímica y generación de energía eléctrica, emisiones que no tuvieron cambios durante las restricciones, al considerarse esenciales, al igual que la agricultura y la ganadería.
Hasta el momento, dijo, durante los meses de confinamiento se dejaron de emitir 14 mil 745 toneladas de dióxido de carbono, se dejó de utilizar electricidad en 6 por ciento, incrementó demanda de agua en 17 por ciento y dejaron de circular más de 350 mil automóviles.
A pesar de ello, López Pérez invitó a no dejarse llevar “por el espíritu escolástico de noticias que marcan la vuelta de los animales”, pues, dijo, es un gran engaño que nos distrae de las cuestiones importantes como son atender las fuentes antropogénicas de emisión de GEI que afectan al ambiente y deterioran el planeta.
Lo anterior porque, una vez regulada la normalidad, se intensificarán las actividades, se abrirán más plantas, el campo deberá producir más, se necesitará más agua, más electricidad para resarcir el rango de pérdida de la economía.
“Sólo hay un indicador de que sí se puede, pero depende de autoridades y población, debe haber un repunte en las emisiones una vez que la crisis del Covid 19 pase, hay que centrarse en la posición racional y científica y analizar los puntos más importantes”, dijo, pues se reinician actividades y se reestablece la movilidad.
Finalmente, indicó que es tarea de los gobiernos y las instituciones asegurarse de que los problemas ambientales no se pongan bajo la alfombra tras pasar la crisis, pues urge un impacto real sobre el medio ambiente, pues una vez demostradas las fuentes y su generación, es necesario tomar instrumentos con fundamentos de la ley, con planes de mitigación desde casa, escuela, industria, oficina, etcétera y encadenar estos procesos para reducir nuestra huella, implementar planes y proyectos de acción para crear ciudades sostenibles, y se piense a la vez cómo mitigar o dejar de emitir a fin de migrar a la transición energética, convertirse en una movilidad eléctrica y generar energías limpias.