PACHUCA, Hgo., 13 de Enero del 2015.- Iniciar un torneo con una derrota en casa, en un partido tan importante, como es el clásico hidalguense, contra el Cruz Azul, duele; pero duele más ver a los Tuzos en la zona de “quema”, lugar 14 por el no descenso.
Quizá sea muy pronto y poco optimista el comentario, pero así empezaron quienes luchan por no descender y este es el mejor ejemplo para tomar cartas con toda anticipación, para evitar un desaguisado.
Es preciso mencionar que el técnico actual, Diego Alonso, no tiene que ver nada de momento con esta situación, pero de acuerdo a sus antecedentes, sí deja mucho qué desear, para arriesgar al equipo en sus manos.
Los caprichos, la soberbia y las malas decisiones, obvio que traen consecuencias y por bien de la institución y de sus seguidores, no desearíamos que los Tuzos vivieran una experiencia de esta magnitud.
Sin embargo, el panorama no pinta nada bien para el futuro del equipo, cuando menos en este torneo, si es que lo termina, porque la poca experiencia del técnico para dirigir a esta institución, está más que clara.
Aunque los cambios se hacen para bien, es preciso mencionar que el hueco que dejó Enrique Meza, será difícil de llenarlo, porque amalgamó un buen grupo, de lucha y con una estrategia definida, que será difícil mantenerla o de darle continuidad.
El tiempo será el mejor testigo de esta decisión, hecha por los altos mandos, sin los fundamentos, ni los estudios necesarios sobre las verdaderas necesidades de un equipo que se caracterizó por su espectacularidad, llena de títulos.
De momento, el Pachuca tiene de colchón a los Leones Negros, Veracruz, Puebla y Chivas, cuyo porcentaje mantiene a los cuatro en el ojo del huracán para irse a la segunda división o Primera A.
Sin embargo, lo mejor será esperar de manera optimista, que se vayan dando los próximos resultados, porque son los que decidirán una reacción oportuna de la directiva o las consecuencias a mediano plazo.
Seguro que este será un torneo muy disputado en la parte alta y baja, unos por mantenerse y repetir en la cima y otros por no descender y mientras tanto, la moneda queda en el aire.