Mbappé, Rodrygo y Vinícius transforman sueño en pesadilla para Pachuca
Pachuca, Hidalgo., 21 de Junio de 2017.- Un sabor agridulce dejó el triunfo de la Selección Mexicana, después de haber superado a su similar de Nueva Zelanda por la mínima diferencia.
A pesar de haber ganado, el seleccionador Juan Carlos Osorio sembró muchas dudas en los aficionados mexicanos luego de tomar la decisión de alinear un cuadro no habitual, acción que le costó muy caro en el primer tiempo cuando perdió a Carlos Salcedo por una lesión en el hombro y se veía superado por los de Oceanía. Hasta que en el segundo tiempo, el entrenador movió sus fichas para darle la vuelta al marcador 2-1, con goles del hidalguense Raúl Jiménez (54′) y de Oribe Peralta (71′).
Osorio hizo del partido frente a Nueva Zelanda su laboratorio de experimentos. Mandó a la cancha a los suplentes. Ahora trastocó a su once inicial para mandar a jugadores de la liga local. Primero le dio la oportunidad a Alfredo Talavera en la meta y dejó sentado a Ochoa, el hombre de los brazos elásticos que le sacó un gol a André Silva en el partido contra Portugal. Dejó en el banquillo a Chicharito y a Vela, una conexión valiosa en su equipo. Solo Salcedo, Reyes y Jiménez repitieron.
En una embestida neozelandesa, Wood concretó una gran jugada de Lewis para hacer el 0-1 al (42′). El delantero del Leeds United clavó el balón a un lado de la portería de Alfredo Talavera. El gol fue un trastazo para los mexicanos que no conseguían tirar a puerta. Las estrellas del ataque, Giovani Dos Santos y Marco Fabián, estuvieron extraviados.
Respecto al grito de “puto” la afición mexicana permaneció tranquila y el árbitro no tuvo que hacer válida alguna de las advertencias que días antes la Comisión Disciplinaria de la FIFA había puesto sobre la mesa.
Con este resultado, la Selección Mexicana se asoma cada vez más a las semifinales de la Copa Confederaciones que se lleva a cabo en Rusia.
(Con información de: El País)