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PACHUCA, Hgo., 26 de enero del 2021.- Claudia Edwards Patiño es la primera veterinaria en México en investigar y estudiar la etología en gatos, además su trabajo de investigación fue comparado por investigadores de Inglaterra, en un artículo de la BBC de London, actualmente es directora de desastres en la Humane Society Internacional México.
De niña, Claudia tenía aficiones e intenciones serias de convertirse en piloto aviador, educadora de niños, abogada o astronauta, pero una experiencia propia cuando envenenaron a su perro y no poder ayudarlo le llenó de frustración, por lo que decidió estudiar la carrera de médico veterinario.
Al concluir su licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México, se enfocó en etología de gatos, que es el estudio de la conducta de los animales “somos una especie de psiquiatras veterinarios porque no solo vemos las desviaciones mentales de los animales, sino también podemos medicarlos como lo hace un psiquiatra.”
“Decidí estudiar a los gatos, a pesar de que todos me decían que los gatos no eran importantes, era un nicho muy vacío, es más, recuerdo en la carrera, ver muy poco sobre el tema, sin embargo, insistía en que no eran como los pintaban y fue el parte aguas de la investigación.”
Con 20 años de trayectoria, Claudia, se ha tenido que enfrentar con violencia de género en su área profesional.
“Cuando inicié en la carrera había un lema: si tu hija es gorda, fea y ordinaria, métela a veterinaria, incluso cuando llegamos al primer semestre, otros grupos más avanzados decían, ya llegó nuevo ganado, solo para que veas el tipo de machismo que existía, ahora ya somos más mujeres y se evitan esos comentarios.”
Dice que su cerebro todo el tiempo está a mil por hora, “no sé si sea que nunca me trataron el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.”
“Los profesores de mayor rango me han detenido al momento de decirme, no lo digas, no lo hagas; hay ocasiones que me han llegado a sabotear, decir que estoy loca, a desinvitarme de las conferencias.”
Recuerda que en una ocasión varios profesores de la UNAM fueron a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) a dar una plática de etología, uno habló de los cerdos, otro de vacas; al llegar mí turno después de un receso, cuando empecé a exponer el tema, la mitad del auditorio ya no estaba, ni siquiera les interesó escucharme, pregunté si alguien estaba interesado en los gatos y solo una persona levantó la mano, yo creo de vergüenza, los demás se quedaron para no dejarme sola; al final una chava se acercó y me dijo – doctora nunca había pensado que los gatos fueran como los describió.”
“Para mi primer tutorial de la maestría, se me ocurrió ponerle un título cero científico ‘Existen los psicólogos de gatos’, recibí una cantidad de cartas de investigadores que decían cómo era posible que me habían aceptado en el doctorado, hubo personas que empezaron a decir que me sacaran del doctorado en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV).”
Y es que para muchos catedráticos, lo dicho por Claudia era un disparate “cómo era posible que una persona dijera que existían psicólogos para gatos; el director tuvo que mandar cartas de regreso, contestando que ya había premios nóveles de etología, ya después tenía a mucha gente por puro morbo.”
La doctora veterinaria ha roto paradigmas y construyendo mucho en el tema, fue difícil tener aceptación por parte de los etólogos, que eran más grandes que ella, no obstante, a base de capacidad y de preparación fue haciendo que la tomaran en serio.
“Los etólogos de Inglaterra consideran, que los gatos no se apegan a las personas e hicieron un artículo en el medio BBC de London, diciendo que el mío estaba mal; coincidió que fui la revisora, incluso me comentaron si había intereses, les contesté que sí, porque estaban contradiciendo mi punto de vista, realmente había dos grandes diferencias, mis gatos eran de interior y el de ellos eran de exterior, ya que el 80 por ciento por ciento de ingleses dejaban a sus felinos afuera; no es lo mismo la cultura alemana a la latina o la mexicana, nosotros somos más cariñosos, pasamos tiempo con ellos, más adelante en Estados Unidos me dieron la razón.”
Para abrirse a la parte humanista, la doctora tiene un diplomado en bioética, además imparte clases en la Universidad Autónoma de México y colabora en la Organización sin fines de lucro “Humane Society International México” que pueden seguir a través de Twitter @HSI_Mexico; en Instagram: @hsiglobal y facebook Humane Society International México.
A través de la organización ha tenido la oportunidad de apoyar a las personas y animales en diferentes desastres naturales que han causado severos daños, como en el huracán de Matthew en Haití, el huracán de Guatemala, en el terremoto de Oaxaca en 2017.
“En países de Latinoamérica entrenamos a las autoridades a distinguir el maltrato de animales, no solo físicas, sino también psicológicas, para que puedan dar mejores respuestas a las denuncias que reciban, con el objetivo de reincorporar a los animales a la sociedad.”
Señala que en el transcurso de la evolución, los animales han tenido un papel principal, y muestra de ello, es que siempre estamos analizando cómo pasan las cosas, buscamos explicaciones, es por ello que hemos tenido varias etapas, la animalista, las deidades y posteriormente el monoteísmo.”
“En la antigüedad no podían cortar a un humano, pero tampoco podían abrir un cadáver porque era considerado un pecado y la única forma de saber, qué le pasaba al organismo era a través de los animales, René Descartes, decía que eran máquinas que Dios había hecho. Fue un tiempo en donde vivíamos en el oscurantismo.”
“La ciencia actualmente incluye conciencia, con toda la información que tenemos, somos más conscientes que también sienten y una muestra de ello, es el experimento que hacen con dos monos, a uno le dan plátanos y si éste come, al segundo le dan una descarga eléctrica, al percatar esto, el primer mono deja de comer, con tal de ayudar al otro.”
Aborda el tema que se ha convertido en un problema de salud pública como los perros en situación de calle, “hay personas que han tomado conciencia con los animales, tenemos organizaciones civiles y protectoras independientes, eso es maravilloso, pero la profesionalización debe de ir de la mano, porque si yo me bajo a rescatar a un animal y está fracturado y lo agarro incorrectamente, me podría morder o puede tener una enfermedad e incluso podría tener un accidente vial; el rescate se tiene que hacer de forma efectiva, sin poner en riesgo la integridad de los demás y de uno mismo.
“Invito a las personas que se profesionalicen, que siempre lo hagan de la mano de un médico veterinario. Darles de comer a los perros callejeros puede ser un problema, porque si los animales están enfermos pueden contagiar a los demás y se hace una pandemia, en lo particular, me preocupa que los envenenen.”
¿Qué sería lo ideal entonces?, se le cuestiona.
“Hacer un programa estatal y federal para identificar cómo están llegando a la calle y cómo se están reproduciendo. Proponer un manejo integral de población en situación de calle.”
Cita el ejemplo de Turquía e India, donde tienen un programa especial para comedores, pero quienes se encargan de ello son médicos veterinarios de la zona, a los perros que están en situación de calle los atrapan, los esterilizan, los desparasitan, se vacunan, les colocan un aretito para identificarlos y los alimentan. De esa manera se evitan contagios, las personas no los envenenan. De ahí vienen la idea de colocar pets con croquetas.”
La transmisión de enfermedades entre animales y sus dueños, también es un tema delicado, y cita como casos la rabia, leptospira, la giardia, parásitos, lo cual, se puede prevenir si tienes a tu perro o gato desparasitado al día y bañado.
-¿Cuáles serían las conductas psicológicas más comunes de una mascota?
“Las más comunes son la agresión de los perros, ansiedad, fobia, depresión, problemas obsesivos compulsivos; otras que son conductas normales pero son molestas para las personas. Las patológicas del comportamiento, por ejemplo que un gato arañe los muebles es normal, pero eso se puede corregir, enseñándole a arañar en el lugar adecuado; también hay problemas conductuales, problemas hormonales, síndrome traumático, problemas en el desarrollo en el vientre de la madre o en su infancia temprana.”
Por ello, menciona algunas recomendaciones para mejorar estas conductas:
Modificar el ambiente, es decir, si mí perro saca el bote de la basura, ahora cuidaré que no esté abierto y solucionamos el problema. Modificamos al animal, le enseñamos orden, conductas nuevas e incluso podemos darle medicamento, que le ayude a tener una estabilidad emocional y la modificación conductual, que es cuando las personas educan día a día a sus mascotas a través de tareas que les dejamos, excepto ciertas cosas que se les enseña, con el entrenador, el resto depende de ti.
Una forma de volver más empáticos a los niños –dice- es tener una mascota de compañía, pero también educarlos con más sensibilidad, dispuestos al diálogo y eliminar esa idea de, el que no transa no avanza.
“En pleno 2021, todavía hay personas que llegan a un consultorio esperando que un doctor atienda a sus mascotas, y no una médico veterinaria, a veces, hasta las confunden con recepcionistas o auxiliares, pero el papel de las mujeres en el cuidado de los animales ha sido siempre muy relevante, no solo como tutoras, también en el campo y en la ciencia, para grandes ejemplos tenemos a las doctoras Jane Goodall y Temple Grandín.”