Reencarpetamiento Tula-Zaragoza más observada por contraloría
PACHUCA, Hidalgo; 2 de marzo de 2021.– Claudia Martínez Santana, oriunda de la Ciudad de México, radica desde hace 18 años en Pachuca. Un año después de llegar a la bella airosa, se divorció de su esposo y comenzó a trabajar como asesora inmobiliaria, donde acumuló ya una trayectoria de 17 años.
“Cuando me divorcié, tenía que hacer algo; decidí acercarme al gerente de la constructora, que me vendió mi casa, él ya sabía que antes, había tenido una papelería y me cuestionó:
¿Está usted consciente de que no es lo mismo vender plumas, lápices, gomas o sacapuntas, que una casa?.
-Sé que no es lo mismo, pero puedo aprender, le respondí.
Me contrató y al primer día vendí mí primera casa.
En entrevista con Quadratín Hidalgo, Claudia Martínez, relata la satisfacción y obstáculos a los que se ha enfrentado en su ámbito profesional.
“Como asesor inmobiliario conoces a muchas personas, clientes que se hacen tus amigos y te recomiendan, pero también es complicado, porque hay personas que vienen de afuera y corres mucho riesgo, como mujer».
Señala que en este trabajo, existe desde el señor que se quiere pasar de listo, hasta aquel que te condiciona el comprarte una casa a cambio de una cita; o la esposa celosa que se molesta porque que eres mujer”.
¿Has sufrido violencia de género en tu trabajo?, se le pregunta.
“Sí, es una tristeza que entre mujeres nos echemos tierra; te inventan cosas, no sabes, he sido criticada por estar en mi sombrilla trabajando».
Pero además de la violencia de género, también se ha enfrentado a otras situaciones más complicadas.
“Hace dos semanas me acusaron de robo de una casa, la cual, supuestamente yo había vendido, cuando no era verdad. Afortunadamente salí librada en esa acusación falsa, me presenté ante las autoridades para aclarar la situación».
“Cuando entramos a mostrar las casas, solamente nos dirigimos hacia la propiedad, les pedimos que no tomen fotos, ni videos, nosotros les proporcionamos el catálogo por Whatsapp o por correo; las regla es: entran y salen con nosotros”.
“Llevo tantos años trabajando. Tengo muchos clientes, desde el que tiene para comprar una casa sin problema o el que no puede. A todas los clientes se les tiene que tratar bien, no dejarte impresionar, porque uno se lleva grandes sorpresas”.
En el trabajo de Claudia, se gana por comisiones, a veces pueden pasar tres o seis sin vender una casa, por eso te tiene que gustar, tienes que amar lo que haces”.
Vender casas tiene su chiste, no es cualquier cosa, «se necesita mucha experiencia al trato con el cliente, tener conocimientos de los créditos, tienes que certificarte en muchas cosas”.
A raíz del robo que sufrió en su casa, -recuerda- comenzó a hacer reuniones con sus vecinos para gestionar alumbrado público, alarmas vecinales y otros apoyos para mejorar su entorno.
Claudia Martínez, dice no pertenecer a ningún partido político, siempre ha gestionado y apoyado como ciudadana.
Recordó que hace unas unas semanas se reunió nuevamente con sus vecinos ante la ola de robos que se han registrado en la avenida donde vive, pero a la junta vecinal llegaron personas que no estaban invitadas.
«Eran unos políticos del Partido Revolucionario Institucional, entre ellos la regidora de Pachuca Olivia Zúñiga Santín y la delegada de la comunidad, Lourdes Cabadas, y nos dijeron que por qué estábamos haciendo la junta que ellos la habían convocado».
Esta conducta fue rechazada por los asistentes, quienes no se dejaron amedrentar por la regidora y sus acompañantes.
«No se vale que llegue un político y se cuelguen medallas con el trabajo y gestiones de los vecinos, que verdaderamente están preocupados por el entorno donde viven, en lugar de sumar, restan.”