Reencarpetamiento Tula-Zaragoza más observada por contraloría
PACHUCA, Hidalgo; 9 de marzo del 2021.- En un día caluroso a las seis de la tarde, la doctora en fisioterapia, María Esther Castro Zamora, nos compartió pasajes de su niñez «fue muy feliz, sinceramente era muy inquieta y siempre de la escuela mandaban a llamar a mi mamá; mi papá un día me dijo que no acabaría la escuela».
-¿Cómo fue que te llamó la atención la Fisioterapia?
“Cuando era niña me gustaba el trato con las personas y siempre me preguntaba los nombres de mis músculos, pero no los nombres coloquiales, sino científicos, de acuerdo a la anatomía de nuestro cuerpo.”
“Más adelante me caso y tengo dos hijos y mi hija menor tiene problemas de lenguaje. ¿Cómo es posible que a mi me guste esto y mi hija lo necesite?, se cuestionó.
En el Centro de Rehabilitación y Comunicación Humana, mientras su hija tomaba su terapia, ella cursaba unas clases en el mismo instituto, «me tuve que instruir más en el tema y estudié la carrera en Ciencias Quirofísicas, Neuropatía y actualmente estudio la licenciatura en Pedagogía.”
Mientras transcurría la charla, Mayte revive lo complejo y difícil que fue emprender su consultorio.
“Me costó mucho trabajo porque cuando llegué a Hidalgo hace 12 años, no traía recursos, no tenía nada, así que entré a trabajar a una empresa; no tenía que ver con la medicina pero dije, aquí no estaré mucho tiempo, me dediqué a ahorrar e inicié mi primer consultorio en mi casa; en lo particular me daba miedo rentar en otro lugar por todo lo que implica, pero hubo personas que me empezaron a animar y así comencé con un consultorio en Mineral de la Reforma, después renté una casa más grande y actualmente me encuentro en Téllez.”
Sentada en una de las camillas de su consultorio, -narra Mayte-, que dentro de su carrera no ha encontrado dificultades por el contrario le apasiona su profesión.
“He tenido muchas satisfacciones, una fue ver caminar a una persona, que los doctores le habían pronosticado que ya no caminaría, que era un milagro haber conservado la pierna; cuando yo la vi, efectivamente, las probabilidades eran pocas, su piel era transparente, sus huesos demasiado débiles. En cuanto la atendí, detecté que tenía una desmineralización, y hoy en día camina, los doctores que la operaron, no lo podían creer.”
“Otra de las satisfacciones es que aquí soy doctora, mamá, psicóloga, mis pacientes se convierten en mis amistades, muchas niñas que viven aquí y sus papás están lejos, me platican sobre sus problemas y trato de ayudarlas.”
¿Has resentido cómo fisioterapeuta la pandemia?
“En un inicio sí, ya que había cambiado de consultorio, justamente me vine una semana antes del Covid-19, y mis planes se modificaron, los pacientes hemipléjicos con embolia que les daba terapia a domicilio y todos me fueron cancelando, en el trascurso del mes de marzo; pero inicia abril y empiezan a llegar los fracturados porque todo el mundo con la pandemia arreglaba sus casas, la señora que limpió el piso y se resbaló, al señor que impermeabilizó y se cayó; también personas con estrés por el encierro acudieron para que les diera terapia.”
La doctora explica que antes de que los músculos se contraigan, los órganos son los primeros que dejan de funcionar correctamente, posteriormente inicia el dolor físico.”
-¿Doctora qué recomienda para el estrés de está pandemia?
“Hagan ejercicio, si no pueden hacer una rutina de una hora, con diez minutos de estiramientos cada tres horas, esto es recomendable para las personas que están sentadas todo el día; tomen mucha agua.”
Como profesional, pide a la gente que se prepare física y emocionalmente, «lo van a necesitar, habrá días que tendrán que dar más de ustedes, incluso de su energía para ayudar al paciente.”
Para esta profesión, -agrega- te tiene que agradar el contacto humano, soportar los olores y el peso de las personas, comprender la tensión nerviosa del paciente.
“Estudien lo que les apasione, porque no sentirán el trabajo; prepárense, no tengan miedo a nada; sino vamos hacer las cosas, que sea por otra razón, pero no por miedo.”