Corrupción y ambulantaje, pan de cada día en zona arqueológica de Tula
26 de febrero de 2015
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19:57
Miguel Ángel Martínez / Quadratín Hidalgo
TULA DE ALLENDE, Hgo., 26 de febrero de 2015.- Las múltiples anomalías denunciadas hace varios meses por artesanos de la Zona Arqueológica de Tula (ZAT), como actos de corrupción por parte de los administradores, ambulantaje, presencia de morraleros a pie de pirámide, engaños al turista, entre otras, continúan sin que ninguna autoridad haga algo al respecto, denunciaron artífices y comerciantes establecidos en el antiguo recinto ceremonial, quienes prefirieron no ser identificados por temor a represalias por parte de los directivos.
En entrevista explicaron que el cúmulo de prácticas corruptas sabidas y solapadas desde hace años por los altos mandos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), han redituado en que la afluencia turística en la zona disminuya drásticamente, situación que ha perjudicado directamente a su economía, puesto que ya no hay ventas y las pocas que hay son las llevan los ambulantes a pie de pirámide, quienes venden sus productos y muchas veces estafan al paseante, ante la complacencia de la gente del INAH, «quienes están para poner orden en el centro ceremonial, no para ser parte de la cadena de corrupción».
Rememoraron que todas las irregularidades habidas son recurrentes desde hace por lo menos tres años, y que en lugar de corregirse con los nuevos directores, administradores y delegados del INAH en Hidalgo han empeorado.
“Hemos venido alertando a los responsables de la zona, desde que estaba Miguel Caraveo y Arturo Rubí, delegado estatal del INAH en Hidalgo y antiguo administrador de la zona respectivamente, pero vemos que en lugar de mejorar las cosas han empeorado con los nuevos directivos”.
En referencia a las nuevas gestiones de Rodolfo Palma y Mauricio Antillón, quienes desde hace dos años ocupan los respectivos, explicaron que hubo cambios, “pero después se les olvidó y las cosas han empeorado”.
Abundaron que antes, sólo se vendían figuras artesanales a pie de pirámide, pero aproximadamente tres meses atrás, se empezó a vender refrescos, comida, tunas (en temporada), y hasta bebidas embriagantes, hoy no hay un orden en la zona arqueológica.
Aprovecharon el espacio para advertir a las administradores de la zona que de continuar las cosas así, se verán obligados a ofrecer también sus productos a pie de pirámide, como todos los demás ambulantes, para quienes continúa habiendo pequeñas ganancias.