Lanzan convocatoria para artistas hidalguenses Intervención Gráfica 3.1
PACHUCA, Hgo., 17 de febrero de 2016.- Los restos óseos hallados hace año y medio en la comunidad de El Saucillo del municipio de Zimapán, Hidalgo, se tratan de una osamenta prehispánica de un hombre; sin embargo, aún no se determina su antigüedad, y su vestimenta, es uno de los textiles más importantes de la época mesoamericana, así lo dieron a conocer especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un comunicado, la dependencia de cultura detalló que estos restos mortuorios fueron encontrados en un abrigo rocoso.
Según estudios, se trata de una persona seminómada, aunque no se ha determinado su antigüedad, informó en un comunicado el INAH.
Luisa Mainou, restauradora de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), explicó que no es común abrir los fardos para intervenirlos, pero éste brinda la oportunidad porque fue cortado por un miembro de la comunidad de El Saucillo al momento de encontrarlo.
Indicó que al momento de extraer la osamenta encontraron restos de tejido blando, que resguardaron con la finalidad de preservarlos y realizar distintos estudios, y añadió que el esqueleto de Zimapán fue intervenido por medio de remineralización y bioconsolidación.
El antropólogo físico Jorge Gómez-Valdés, adscrito al Laboratorio de Antropología Física del Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la UNAM, destacó que éste es uno de los esqueletos prehispánicos más completos.
Mientras la arqueóloga Ariana Aguilar acotó que el fardo mortuorio fue encontrado en un abrigo rocoso en julio de 2014 al sur de Zimapán, en lo que se considera una zona de transición de los grupos sedentarios de Mesoamérica y los nómadas del norte de México.
Sobre la intervención del petate y los textiles que conforman el fardo, la restauradora Judith Gómez explicó que el primer tratamiento fue la absorción de polvo y suciedad con aspiradora, y limpieza en húmedo por inmersión con productos flexibilizantes, consolidantes y biocidas.
Además, se procedió a realizar la restauración del petate con papel japonés teñido para reponer los faltantes con la idea de devolverle estabilidad, además de recuperar su forma y tamaño originales. además se identificaron sus fibras que corresponde a palma Brahea dulcis, conocida como palma abanico.
El fardo mortuorio posee tres bandas elaboradas con algodón en telar de cintura, y a decir de Judith Gómez y Arturo Gómez, es uno de los hallazgos arqueológicos más importantes en cuanto a textiles, ya que una de sus puntas está trabajada con la técnica de trama discontinua.