CETIS de Atitalaquia sede de festival internacional de cuentos
PACHUCA, Hgo., 4 de marzo de 2016.- En la cultura, el hombre encontró el espejo para reflejar sus esperanzas, inquietudes, miedos y pesadillas. Pero también la convirtió a través de los años en un elemento clave para su consumo. Hoy la idea de apreciar o adquirir arte va relacionada con nuestro sistema neoliberal. La cultura se ha convertido en entretenimiento, y el entretenimiento en un producto de nuestra canasta básica.
Como dice el cineasta alemán Wim Wenders en El acto de ver (2005) “el entretenimiento es una necesidad urbana por excelencia.” Y por eso, no sorprenden los incansables esfuerzos que emprende la sociedad civil para fomentar la creación de nuevos espacios que permitan enseñar los trabajos de artistas consagrados y emergentes.
La centralización de la cultura en México es un fenómeno tangible para cualquiera que preste un poco de atención a la agenda. Actualmente la CDMX se encuentra en una posición privilegiada frente al resto del país. Diariamente un sinfín de eventos ocurren a su alrededor, como festivales, conciertos, exposiciones, ferias o estrenos de películas no convencionales.
En el espacio que comúnmente llamamos “provincia”, la situación es desalentadora. En muchos estados al norte y sur del país aún prevalece la dominación del establishment que obliga a muchos artistas a buscar una salida en la escena independiente o en el peor de los casos, a emigrar para encontrar mejores oportunidades. No es raro escuchar el hartazgo de la gente que viene de afuera sobre la marginación en la que viven. En la Ciudad de México suceden las cosas. En otros lados sólo susurros que se pierden en el espacio o noticias que llegan a cuentagotas.
Hidalgo es uno de los estados con mayor pobreza extrema en el país, según el último reporte del Coneval en 2014. Sólo por detrás de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Estado de México. La delincuencia y el incremento del crimen organizado han mermado en las aspiraciones de muchos jóvenes que hoy encuentran en la figura del narco un arquetipo a seguir. La idea de “morir joven, pero rico” poco a poco adquiere sentido en el inconsciente colectivo.
Esta preocupación llevó a los artistas hidalguenses Ramón Gil, José María Gil y Servando Sare a crear la fundación Calavera Canario en 2014, para llevar el arte a la juventud marginada de su estado y generar vínculos a través de su talento con trabajos autosustentables.
Uno de los propósitos que se plantearon fue organizar un festival que funcionara como una plataforma internacional y que ofreciera contenidos culturales, escasos en la zona de Pachuca. Lo que dio origen al Festival del Viento, un encuentro que se celebrará del 4 al 7 marzo en el Parque David Ben Guirón y reunirá a artistas nacionales e internacionales, tanto a nivel musical como literario, e incluso gastronómico y teatral. Entre los que destacan Fito Páez, Natalia Lafourcade, Monocordio, Jenny & the mexicats, Descartes a Kant; los escritores Xavier Velasco y Nicolás Álvarado y las actrices cabaleteras Astrid Hadad y Regina Orozco, entre otros.
En la presentación del festival en la Ciudad de México, tuve la oportunidad de charlar con Ramón Gil Ramírez, director de la fundación Calavera Canario y cabeza principal del Festival del Viento. El originario de Pachuca es egresado en Letras Modernas por la Facultad de Letras de la Universidad Autónoma de Guanajuato y cuenta con estudios de Filología en Italia y una maestría en Lingüística en España. Ha publicado varios libros sobre poesía en diferentes idiomas. Además ha sido secretario del Consejo Directivo de la Conferencia Nacional de Instituciones Municipales de Cultura (Conaimuc) y titular de Cultura, Bibliotecas, y Recreación de su municipio. Éste es un fragmento de la entrevista.
Estudiaste letras en Guanajuato, filología en Italia, y lingüística en España. ¿Por qué tomar el camino de la gestión cultural y no encaminarte sólo a la literatura?
Bueno, al final de cuentas no quiere decir que haya dejado el camino de la escritura o la poesía. De alguna manera, el acto poético es en sí posicionar tu propia realidad, darle un giro a tu propia vida. En la gestión cultural, en la creación de eventos, o en la creación de infraestructura, hay un trabajo poético. Es cierto que no me ha dado el tiempo para trabajar en las letras, pero no es algo que haya pospuesto. Para mí, en mi trabajo de lo más administrativo o lo puramente numérico, habita también la poesía. El trabajo poético nunca para, que es el hecho de inducir con la palabra. Todo surge como una palabra, con una intencionalidad y se va transformando, materializando.
Con el curriculum que tienes pudiste radicar en el extranjero, ¿por qué regresar a tu ciudad natal para tratar de mejorar las cosas?
Porque amo a México, aunque suene mucho a cliché. De alguna manera siento que en México existe mucha furia y mucha magia en su interior. Hay una magia latente, y en sí, el sueño de Calavera Canario es actuar. Dicen que el oficio del poeta es arder, el fuego de uno tiene que ser transformador, aunque por un lado sea destructivo. Se ha dejado que los medios de comunicación sean la autoridad para regir qué es cultura, cuál es el espacio intangible que ocupan nuestros jóvenes, y eso lo ha entendido muy bien el crimen organizado. En general, los cuerpos del poder. Por eso nos venden héroes falsos. En ése sentido Calavera Canario es una resistencia creativa y pacífica. Más en estos tiempos, yo pude haberme quedado en algún lugar de Europa. Aunque al fin y al cabo todo es un viaje en la vida. Pero lo que sí siento es que en este momento necesito resistir a través de la creación donde se originó mi existencia.
¿Cómo se ve en provincia a la Ciudad de México en cuanto al terreno cultural?
Siento que es un problema grave que México esté centralizado. En todo, institucional y culturalmente. Esa centralización nos ha llevado a que de alguna manera, por ejemplo, en el norte, hayan levantado la mano. Yo creo que ése distanciamiento con el centro, nos ha permitido también ése espacio de oportunidad. En ése sentido, los estados periféricos y lugares como Pachuca, que es una ciudad pobre, nunca ha levantado la mano. Sin embargo pienso que Pachuca en este momento vive un buen momento. México se está descentralizando poblacionalmente porque es algo que por sentido común tiene que suceder, es una situación de ocupación de espacio. En este sentido es para nosotros el momento de alzar la mano, de lanzar una propuesta y de atraer a la gente de México a nuestro lugar. Pachuca es la capital de la riqueza que prevalece en Hidalgo.
Me hablas de la violencia como un factor muy importante por lo que aboga Calavera Canario, ¿tú o Chema sufrieron algo en sus vidas que los llevara a crear estas iniciativas?
Sí, directamente. Mi mamá es de Ciudad Sahagún, Hidalgo. Una ciudad que fue en su momento una ciudad moderna cuando se dio el modelo económico estabilizador. Pronto entraron empresas con sindicatos y paraestatales. Pronto fue una población que vivía en las mieles de la tranquilidad y con mucho trabajo. Pero por otro lado mi papá es de Culiacán. Nosotros vivimos esa doble realidad. Nos tocó ver cómo Sahagún se transformó en una ciudad secuestrada por el crimen organizado. Al propio a Chema le tocó una muy mala experiencia allá, así que los dos vivimos en carne propia la delincuencia. Eso también es el motivo de Calavera Canario. “Vive siendo libre”, tiene que ver con que ahora nos venden héroes como “muere joven, pero rico”. La vida del narcotráfico se ha vuelto el arquetipo a seguir. La idea es decir “¡No!, ¡vive siendo libre!”. A lo que más tienes que abogar como joven es por tu libertad, por tu libertad de expresión, de conciencia. Eso es más complicado aún, conlleva un sendero más arduo.
¿Qué recursos tuvieron que buscar tú, Chema y Servando para consolidar Calavera Canario?
El procedimiento es un trabajo de mucho tiempo. Hemos obtenido recursos internacionales. Primero comenzamos con un capital de patrocinadores privados, y poco a poco se ha visto que las cosas se han venido dando bien, ahora el gobierno está involucrado. Yo creo que es un momento muy importante para las asociaciones civiles. Ya que estamos viviendo una grave crisis institucional. Entonces tenemos de dos, o quedarnos parados en la crítica detrás de las redes sociales, como dando like o dislike a las cosas o actuar, éste es el momento de actuar. Para dinamizar las cosas.
En cuanto a tu visión y experiencia, ¿qué consideras que se debe hacer para terminar con la centralización de la cultura en México?
Es una pregunta muy complicada. Es como tratar de arreglar las cosas con una varita mágica. Para empezar recomendaría que se diera el 0.5 % del PIB a la cultura y educación. Que empezáramos con temas estructurales. Como en otros países, no tengo las cifras ahora, pero si se aporta eso a cultura, tendríamos otro tipo de idiosincrasia en nuestros jóvenes. Ése dinero ayudaría a fortalecer las instituciones alrededor del país, a que dieran difusión y fortalecieran las estructuras educativas. Diría que el tema es más estructural y de políticas públicas.
También crear una AC como Calavera Canario o el Festival del Viento ayuda a formar públicos que demanden otro tipo de contenidos.
Así es, y también añadiendo a lo que me decías de cómo descentralizaría las cosas, los gobiernos tienen que comenzar a apoyarse más de las asociaciones civiles. Por ejemplo, en Colombia los presupuestos se asignan a las AC porque éstas son más dinámicas, van más hacia un problema focalizado, a resolverlo. Es decir, la operatividad de las AC con la ayuda de las instituciones gubernamentales, es un valor agregado.
¿Qué opinas de lo que sucedió con el Festival Chernobyl que iba a realizarse el año pasado en Pachuca? Era un evento bastante alternativo y arriesgado, terminaron cancelando por falta de quorum.
No tenía el conocimiento de ése festival. Pero todo proyecto cultural que siempre cae, es una pena. Al final de cuentas es un fracaso. Todo esfuerzo cultural que va destinado a difundir la riqueza cultural nacional e internacional y que genere mecanismos de cohesión social, de pacificación, de identificación de la gente con su espacio, es todo un éxito. Que tú juntes a los jóvenes para compartir el arte, la cultura, es un éxito de resistencia social, propiamente.
¿Cuánto cuesta realizar y organizar un evento de esta magnitud?
Es complicada la pregunta porque nosotros tenemos una serie de patrocinadores y un convenio de confidencialidad. Pero sí te puedo decir que es una inversión no barata, es una inversión significativa en el plano cultural en Hidalgo. Nunca se había hecho una inversión así. Los obstáculos han sido demasiados, lo primero es que se están cerrando filas respecto a lo que es la percepción de la cultura. Mucho hablamos sobre la cultura de consumo y en ése sentido hay un establishment donde cada vez se están ocupando más espacios escénicos. Sí fue complicado generar una curaduría y hacerles entender a los patrocinadores que también les tenemos que dar otro tipo de contenidos a nuestros jóvenes. No solamente los que reflejan los medios de masas, poder hacer una curaduría que fuera atractiva, convocante, pero que también tuviera la calidad que les hará despertar a los jóvenes otro tipo de visiones.
Si los boletos son gratuitos, ¿cómo verán ustedes las ganancias?
Nosotros no estamos viendo ninguna ganancia. Somos una AC sin fines de lucro. Toda la infraestructura es a través de patrocinadores locales y nacionales. La cosa es que se perpetúe este festival, de que vaya teniendo fuerza año con año.
¿Los próximos años piensan seguir con este concepto de gratuidad?
Nosotros pensamos seguir con el concepto de la gratuidad. Pero ojo, la gratuidad no significa que sea regalado. Por ejemplo, en esta primera edición los boletos serán gratuitos pero la gente se los tuvo que ganar en varias dinámicas. Con Calavera Canario, en cosas muy sencillas en las redes sociales. Hasta en dinámicas en diferentes puntos de distribución, y también como dando despensas y víveres a personas con desventajas. El festival es gratuito pero no regalado. Porque la gente no aprecia las cosas regaladas. A lo mejor en próximas ediciones no será gratuito, pero tendrá un precio simbólico.
Festival del Viento.
El encuentro cuya temática es “la locura, el oficio y el arte”, contará con las presentaciones como headliners de Fito Páez y Natalia Lafourcade. También algunos grupos nacionales complementan el line-up como Monocordio, Jenny & the mexicats, Descartes a Kant, Polka Madre, entre otros.
El evento que se llevará a cabo del 4 al 7 de marzo en el Parque David Ben Guirón, pretende extender la oferta, por lo que el público podrá tener acceso al par de conferencias magistrales con el escritor Xavier Velasco y el nuevo director de TV UNAM, Nicolás Alvarado, donde charlarán sobre el eje que compone el festival. Además, la oferta gastronómica será un agregado especial que representará la cultura e historia de Hidalgo.
El éxito que pueda alcanzar el Festival del Viento genera incertidumbre. Si bien los organizadores pretenden colocarlo como un referente dentro de la zona, vale recordar el fracaso que suscitó el Festival Chernobyl. El evento que se realizaría en noviembre del año pasado en la misma ciudad tuvo que cancelar por falta de quorum a escasos días de comenzar. El line-up resultaba arriesgado al enfocarse a un público más joven y con grupos de nicho como Astro, Little Jesus o Hawaiian Gremlins. Ahora en este nuevo intento en introducir nuevos contenidos en Pachuca, el tridente que conforma Calavera Canario sabe que dos artistas de la talla de Fito Páez y Natalia Lafourcade pueden arrojar buenos números para los patrocinadores y el gobierno del estado.