REAL DEL MONTE, Hgo., 1 de noviembre de 2015.- Desde hace 11 años, en el pueblo mágico de Real del Monte, la comunidad de el Instituto de Artes (IA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) celebró el festival Sanctoarte.
Mienbros de la comunidad universitaria, vecinos de Mineral del Monte y turistas partieron del panteón de San Felipe en la Procesión de calaveras para recorrer las principales calles del pueblo hasta llegar al Monumento al Minero, donde los esperaban un conjunto de cámara de cuerdas y cientos de personas, para llegar al espacio universitario y tocar la puerta a San Cayetano.
Pese a la lluvia, los turistas y vecinos se acercaron a escuchar a la música de banda de viento, arcos de flores de cempasúchil, que adornaban la entrada del IA.
Afuera del centro educativo esperaban entrar dos mil personas para disfrutar de las actividades multidisciplinarias, preparadas por las y los estudiantes y académicos de las cuatro licenciaturas, Arte Dramático, Artes Visuales, Danza y Música.
Distintos espacios del Instituto sirvieron como escenario para llevar a cabo presentaciones de danza como “Tsïtsïki urápiti”, pieza coreográfica de Michoacán, donde los jóvenes artistas, a través de sus pasos, representaban la ofrenda de los vivos a los muertos; de igual forma los asistentes pudieron disfrutar de las presentaciones musicales de Banda Calnali, Trío Cantar Huasteco y para cerrar con ska, neohuapango y música progresiva del Colectivo Rupestre.
El Módulo Ravel, edificio que conjunta a las licenciaturas de Música y Artes Visuales, albergaba la exposición gráfica tradicional “Un ritual para mi olvido”, mientras que en el Foro Artístico “El cubo”, la XVII generación de Arte Dramático representaba “El viaje de los cantores”, puesta en escena, dividida en tres momentos, que relata la migración desde la perspectiva de las personas que se quedan y algunas situaciones de los que deciden irse.
Entre flores de cempaúchil y luces que adornaban los pasillos y muros del IA, los visitantes pudieron observar la instalación realizada por alumnos de primer semestre de Artes Visuales denominada “Un ritual cada comida”, en la que calaveras elaboradas de distintos materiales, escenificaban un festín con sus alimentos preferidos en vida, teniendo como fondo un Tzompantli que colgaba de la pared del Auditorio, así como el proyecto fotográfico Cala-veras.