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PACHUCA, Hgo., 5 de mayo de 2015.- El género cinematográfico conocido como roadmovie, en el cual el argumento se desarrolla a lo largo de un viaje fue llevado al teatro en el montaje invitado el día de ayer “Ojalá y el amor bastara”, escrito y dirigido por Marisa Gómez y actuado por Lisette Cuevas como Ella y Pablo Cruz Guerrero como Él.
La escenografía, a cargo de Miguel Tavera fue una invitación al espectador a un viaje por la carretera, con paradas en distintos lugares a diferentes horas del día, generando la sensación de avance como metáfora de la complejidad de las relaciones de pareja. Un automóvil se vuelve en esta historialocación, referente, signo e ideal de la pareja perfecta que juega a tener un amor de película y a ser “la pareja del año”. Pero el camino a veces los lleva a ningún lado y tienen que tomar otras rutas.
La forma en que cualquier pareja tiene sus altibajos fue reflejada en este recorrido acompañado de elementos visuales y sonoros que ayudaron a adentrarse más en la historia, incluso el efecto sonoro del coche arrancando o el de un “frenón” dieron un toque realista a la obra de carácter cómico, pero también reflexivo y nostálgico en ocasiones, en el que los mismos actores rieron y lloraron entre ellos y con el público que pudo ser testigo de sus pensamientos, de aquel “otro lado” que muchas veces unos y otros no conocemos, y de la cuestión fundamental que lleva a muchas parejas a replantearse si la atracción física y sexual basta para seguir en una relación, pues al final el deseo de Él y de Ella es que ojalá y el amor bastara.