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PACHUCA, Hgo., 13 de noviembre de 2019.- “¿Cómo nos vamos a ir?, tenemos una responsabilidad”, expuso este mediodía Olaf Hernández Sánchez, en respuesta a la petición de su renuncia por parte de integrantes de la comunidad artística hidalguense y de legisladores morenistas.
Al respecto de las supuestas 200 firmas de artistas que piden su renuncia, dijo ser “respetuoso de todas las opiniones. Tendría que saber quién está firmando y por qué, así como saber si compete atender sus peticiones en el sector cultural”.
Aceptó que existe un tema de confrontación política y que es evidente que el mismo se da entre un grupo de legisladores y el Gobierno del Estado en general y tiene como seno los últimos meses el Congreso del Estado.
Además, “hay una contraposición de posturas, ideas, visiones, objetivos y metas entre la diputada Corina (Martínez) y su servidor, pero no es un tema del orden cultural sino político, y ello afecta el desempeño y desarrollo de una vinculación que debiéramos tener con el Congreso, pero, finalmente, el congreso tiene su ámbito de atribuciones y el ejecutivo el suyo”.
Coincidió en que lo mejor es colaborar, “pero nosotros no hacemos oficio legislativo ni ellos hacen acciones ejecutivas, cada quien puede estar en su esfera respetándonos. La diputada debería estar haciendo leyes y nosotros llevar la política cultural”, aseveró.
Respecto a si esta confrontación política pudiera afectar la asignación de recursos para cultura en el presupuesto 2020, resaltó que la secretaría a a su cargo esperaría el apoyo en el tema legislativo, pero es algo que no pueden forzar. “Hay que tomar decisiones de estado, porque si lo tomamos de forma personal y con la víscera, pues nos van a dar cero pesos”.
Estimó que podrán consolidar proyectos, dejar institucionalizado el sector cultural y establecer normas, programas, presupuestos, y todo el andamiaje institucional y presupuestal para que cada titular que llegue a la dependencia pueda transitar con los mismos y beneficiar con los programas a la ciudadanía,
“Queremos completar el trabajo que ya iniciamos en los tres años siguientes, acompañados de los creadores, pero no podemos dar cartas en blanco, hay que priorizar la aplicación de los pocos recursos que hay y no puedo satisfacer aspiraciones o proyectos personales, sino proyectos de beneficio colectivo como los que se están realizando”, expuso.
Consideró que creadores, instituciones, colectivos y grupos deben trabajar de forma conjunta e impulsar el consumo de la cultura, así como democratizar el acceso a la misma, que, refiere, “no puede estar en manos de unos cuantos”.