TULA DE ALLENDE, Hgo., 20 de noviembre de 2015.- A través de su presidente, Fernando Cruz Rodríguez, la Coordinadora Ciudadana Tula (CCT), denunció la detención arbitraria de un activista que participó en la pasada manifestación por la paz y la justicia de la localidad, por parte de efectivos de la secretaría de Seguridad Pública municipal (SSP).
El aseguramiento, consideró el líder social, es parte del constante hostigamiento que la alcaldía ha efectuado en contra de sus simpatizantes o agremiados, a raíz de las denuncias hechas por corrupción e impunidad por parte de funcionarios del gobierno local.
Y es que sostuvo que el joven aprehendido, Uriel Mejía, estaba siendo acosado desde la semana pasada por los elementos policíacos, quienes incluso le advirtieron que donde lo encontraran lo “atorarían”, pues lo identificaron como uno de los revoltosos que participó en la marcha.
El líder social, narró que al militante de la CCT, lo detuvieron cuando este transitaba en una motoneta de su propiedad, pero que le prestó a Mejía, para usarla unas horas, y que los oficiales al identificar la moto y al activista, decidieron detenerlo por “escandalizar en vía pública”.
Amplió que al momento de la detención ilegal, los agentes de seguridad, que viajaban a bordo de una patrulla, vieron a Uriel Mejía tomar a su esposa por la cintura, en un afán de juego, y que por esto lo apresaron, porque dijeron que estaba molestando a la mujer.
No obstante, la propia fémina les explicó que se trataba de un juego, y que ella es su pareja sentimental, pese a ello, los oficiales realizaron la detención, argumentando que no acudieron al apoyo en vano, y que a alguien tenían que detener.
El presidente de la CCT, señaló que el cúmulo de ilegalidades no paró con el aseguramiento, sino que en lugar de trasladar al detenido a la delegación municipal y ponerlo a disposición del juez conciliador, al presunto infractor lo trajeron paseando en la unidad de seguridad pública por alrededor de media hora.
Además de que aseguró, lo dejaron en la galera por otra hora, hasta que finalmente lo liberaron por órdenes del secretario de seguridad pública, Carlos Benítez Olivares y el juez conciliador Mario Rangel Macotela.
Cruz Rodríguez, condenó el hecho, señalando que aunque a Uriel Mejía no le cobraron centavo alguno por su liberación, su detención se vio envuelta en un cúmulo de arbitrariedades y es un claro ejemplo de la persecución de la alcaldía contra los activistas sociales de la demarcación.