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PACHUCA, Hgo., 4 de mayo de 2018.- Las condiciones de los Centros de Reinserción Social en Hidalgo no dejan de ser preocupantes y ubicarse entre las peor calificadas en el país, que si bien subió un puesto en el ranking nacional, esto no la exime de ubicarse entre las 5 con más carencias y bajo desempeño.
Desde hace varios años, la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha documentado una seria deficiencia en todos los centros penitenciarios del país del orden estatal, federal y hasta municipal, donde los ubicados en Hidalgo son uno de los referentes, en el plano negativo, del desempeño, falta de operatividad y más rubros que se califican por medio del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria.
En el más reciente reporte de la CNDH que expone los hallazgos de 2017, para el capítulo de Hidalgo la calificación obtenida es de 4.80 puntos, factor por el cual se le ubica en el lugar 29 a nivel nacional, lo que significa a su vez que subió un peldaño en comparación con el diagnostico de 2016 donde obtuvo 4.62 puntos y quedar en el sitio 30.
A pesar de este pequeño logro, esto no lo deja de considerar a los Ceresos calificados como entre los 5 con las peores condiciones en todo el país.
En esta edición, Hidalgo quedó por delante de entidades como Tamaulipas (4.71); Guerrero (4.22) y Nayarit (4.15), estas últimas dos que repiten como las peor calificadas en México.
Dentro de los rubros que califica el Diagnóstico Penitenciario 2017, en todos se ubican focos rojos, con lo cual se expone las condiciones pésimas en la administración de estos centros de reclusión.
En lo anterior, se observa pocos o nulos avances en aspectos que garantizan la integridad personal del interno; así como en aquellos que garantizan una estancia digna, por lo cual se puede considerar que se encuentran en condiciones infrahumanas.
De igual forma no se garantiza la reinserción social del interno, que es uno de los principales objetivos y motivos de los Ceresos en la entidad; al tiempo que no hay condiciones idóneas para los grupos de internos con requerimientos específicos.
Y por último, y que es un tema recurrente desde hace varios años en los centros penitenciarios de la entidad es que converge en autogobierno, es decir, que los internos tienen el propio control del centro, o cogobierno, lo que implica una administración o participación en el mantenimiento orden dentro de los Ceresos tanto de autoridades con los privados de su libertad.