Detienen a sospechoso de feminicidio de comunicadora hidalguense
PACHUCA, Hgo., 20 de julio de 2020.- “Es necesario ver a las trabajadoras domésticas como sujetas de derecho, no de voluntariedad, ya que la actividad, aunque está regulada por la ley, ésta no aplica a la realidad que vivimos”, expuso Mónica Patricia Toledo González, doctora en Antropología y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, en su conferencia denominada El Trabajo Doméstico en el Presente.
En la misma, citó que, en cifras de este año, hay dos millones 288 mil 680 personas dedicadas al trabajo del hogar, de las cuales 95 por ciento son mujeres, sólo tres por ciento cuenta con atención médica y apenas un uno por ciento tiene un contrato escrito para avalar su empleo.
La especialista indicó que, además, aunque está en marcha un programa para afiliar a las trabajadoras del hogar al Instituto Mexicano del Seguro Social a fin de que cuenten con prestaciones como son servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos y atención obstétrica, incapacidades, pensión por invalidez y vida, fondo para el retiro y otras como velatorios y guarderías, el mismo observa un avance lento.
En México, apenas unas 22 mil personas trabajadoras del hogar (PTH) están afiliadas al IMSS, mientras que, en el caso de Hidalgo, la oficina local de representación dio a conocer que a nivel delegacional 251 personas están adscritas siendo 142 de Pachuca, 22 de Tulancingo, 48 de Sahagún y 41 de Tula de Allende.
Ante ello, Toledo González señaló la necesidad de dejar atrás “el patronazgo y la dádiva”, y dejar de pensar en las trabajadoras domésticas como necesitadas de ayuda, al tiempo que urgió a la reflexión del papel del Estado “que debe intervenir de manera más directa para mejorar las condiciones de trabajo”, dijo.
Destacó la importancia de reconocer el trabajo doméstico como un empleo con obligaciones y derechos, pues la desigualdad se mantiene y ello hace vulnerables a las PTH a violencia de todo tipo, legitima la explotación, pues no se considera obligatorio brindarles prestaciones de ley y, por el contrario, como empleo, se fundamenta en la desigualdad, tanto de clase, género, color de piel, origen, etcétera.
Finalmente, consideró un avance que, tras nueve años, México haya firmado, apenas el 3 de julio el Convenio 189 de la OIT, que ofrece protección específica a las PTH y establece los derechos y principios básicos, y exige a los estados tomar una serie de medidas con el fin de lograr que el trabajo decente sea una realidad para este grupo poblacional.