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PACHUCA, Hgo., a 13 de julio de 2019.- Mientras las bolsas plásticas no biodegradables tardan más de un siglo en descomponerse totalmente, el poliestireno (unicel) puede tardar hasta mil años en reintegrarse a la tierra.
A casi un mes de haberse implementado en Hidalgo el programa Yo Sin Bolsa, Yo Sin Popote y a cerca de tres meses de su presentación, la obligatoriedad de no entregar bolsas plásticas ni popotes ha sido respetada por la mayoría de los comercios, aunque algunos solamente han cambiado estrategias pasando de entregar bolsas plásticas a venderlas.
Asimismo, continúa el uso de objetos desechables de un solo uso como los contenedores de alimentos y bebidas fabricados de unicel.
“Está raro, porque tengo que llevarme tres contenedores en los brazos porque ya no se dan bolsas, pero nos sirven la comida en cajas de unicel y nos dan cubiertos de plástico”, dijo con humor el cliente de un restaurante que sirve comida asiática para llevar en el centro de la ciudad.
La misma práctica la siguen cocinas económicas y puestos callejeros en los cuales es difícil encontrar un comerciante que proporcione trastos de un solo uso biodegradables, debido a lo costoso del material.
Igualmente, numerosos expendedores de jugos, licuados y bebidas calientes o frías continúan el uso de poliestireno y plástico no biodegradable, al igual que tiendas de conveniencia que, aunque no entregan bolsas plásticas, siguen disponiendo vasos de unicel, tapas y agitadores plásticos para su clientela.
La opción que desde el inicio del programa Yo Sin Bolsa, Yo Sin Popote, era la concienciación de la población para el uso y transporte de alimentos en contenedores plásticos de reuso, así como termos para las bebidas o botellas plásticas reutilizables.
No obstante, aún son muy pocas las personas que realizan esta práctica por la comodidad que significa el “usar y tirar” de los contenedores desechables.
Hasta el momento continúa la socialización del programa Yo Sin Bolsa, Yo Sin Popote en varios municipios del estado, aunque se desconoce si en alguna etapa posterior se busque desalentar y reglamentar también el uso de poliestireno, material que es incluso más dañino para el medio ambiente que las bolsas y los popotes.
Asimismo, el plástico y el unicel continúan siendo de uso común en el embalaje de todo tipo de productos, desde objetos pequeños hasta estructuras de gran tamaño.