FGR reclama a EU: Desde agosto no responde a solicitud sobre El Mayo
TIZAYUCA, Hgo., 14 de febrero de 2023.- Tras la demolición de varios puestos metálicos dedicados a la venta de alimentos a manos de unos 60 sujetos desconocidos ocurrido la madrugada del pasado viernes, sus propietarios denunciaron a la presidenta municipal, Susana Ángeles Quezada ante la agencia del ministerio público de Tizayuca, por los posibles delitos de desposo, abuso de autoridad y allanamiento.
Pedro Carrasco García, comerciante y representante de los afectados, detalló a Quadratin Hidalgo que esta denuncia está basada por los daños materiales y amenazas, toda vez que los sujetos destrozaron los puestos de venta y con palabras altisonantes los expulsaron del interior de cada uno sus comercios.
Abundó que desde hace tiempo sospechaban que esto ocurriría ya que la propia alcaldesa estuvo en ese sitio el pasado 23 de enero, donde con topógrafos estuvieron midiendo el terreno, de unos tres mil metros cuadrados, ubicado en la esquina del acceso a la zona industrial de esta ciudad.
Agregó que a esta denuncia por daños materiales equivalente a unos 800 mil pesos, también le acompaña una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo en contra de las autoridades municipales, de la cual no dio detalles porque esto lo tiene el abogado de los quejosos.
Aun así, y con la esperanza de recuperar los espacios, los comerciantes limpiaron el área que les destruyeron y mantuvieron guardias nocturnas en tanto la autoridad les resuelve; sin embargo, para la madrugada de hoy, nuevamente los desconocidos llegaron con material de escombro e invadieron nuevamente el espacio.
El representante de los comerciantes abundó que pese a que el día de ayer sostuvieron una reunión con la alcaldesa Susana Ángeles, nada les resolvió y mucho menos les ayudó por tratarse de un asunto entre particulares.
Finalmente, Carrasco García dijo que los comerciantes confían en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo para que les haga justicia, “pues desde hace más de 30 años que llevábamos en este lugar, jamás habíamos sido molestados por alguna autoridad, y menos, por vándalos que además de no presentar alguna orden de desalojo, nos echaron con amenazas.”