Vinculan a proceso a la Marylin Cote de Querétaro
TIZAYUCA, Hgo., 29 agosto 2022.- Desde 2014, operadores del transporte público México-Tizayuca, han sido amenazados por la delincuencia organizada.
Pero esta situación fue más allá, pues en las últimas 72 horas y mediante mensajes vía WhatsApp, los delincuentes enviaron un mensaje amenazador y les dieron como plazo 24 horas para efectuar el pago de 200 mil pesos semanales por toda la agrupación, de los 450 pesos que pedían a cada autobús, informó en exclusiva a Quadratín Hidalgo, uno de los operadores con la promesa de seguir hablando bajo anonimato.
Los amenazadores utilizan la tecnología para comunicarse con los operadores de transporte público. En una captura de pantalla de celular, se lee el último de los mensajes:
“Se les avisa que hasta este momento ninguno de sus dirigentes se ha comunicado con nosotros, y de no hacerlo, seguiremos enviando mensajes.
Y advierten: “…no nos interesa andar reventando vidas, sólo queremos negociar sus dirigentes o presidente. Con andar cerrando calles o avenidas no van a solucionar nada. La única solución es negociar”
Muy cerca de la terminal de esta línea en el fraccionamiento de Haciendas de Tizayuca, el “compañero” como suelen identificarse, detalla en corto la manera selectiva que hacen los “halcones” para abordar el autobús.
Todo inicia con palabras obscenas, hasta llegar a la muerte como le ocurrió el pasado viernes 26 al compañero de la unidad 441, Juan Cirilo Rodríguez Romero, quien se opuso al pago de renta.
“Una vez arriba y sin más, te entrega de una tarjeta que contiene número de cuenta y celular al que se tienen que reportar el depósito del pago de renta por “derecho de piso”.
La cuota diaria hasta el pasado viernes 27, previo al bloqueo carretero que hicieron los choferes de esa línea de autotransporte sobre la autopista México-Pachuca, era de 450 pesos diarios.
El “compañero” aseguró que esto ya se convirtió en el terror de todos los operadores. Es por ello, que se llegó a un acuerdo de no salir a ruta por temor a represalias, o lo peor, que vayan a incendiar los autobuses con todo y pasaje.
“Ese es nuestro temor”, concluye con mirada perdida al suelo.