
Incrementan denuncias por incidencia delictiva en Hidalgo, revela SESNSP
ZIMAPÁN, Hgo., 18 de marzo de 2019.- Los restos óseos de un fardo mortuorio hallados en julio de 2014 en un abrigo rocoso de la comunidad de El Saucillo, municipio de Zimapán, aún no han sido devueltos al municipio informaron lugareños.
Quienes agregaron que hasta el momento no cuentan con información oficial de cuándo podrían devolverlos y en donde los ubicarían, pues presuntamente es porque no existe un espacio que cuente con las condiciones apropiadas.
De acuerdo a información emitida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en junio de 2016, el bulto funerario era estudiado por un grupo interdisciplinario integrado por especialistas del INAH y de la Facultad de Medicina de la UNAM; con la finalidad de conservar, restaurar e investigar su antigüedad y filiación étnica, estos dos últimos aspectos a partir de estudios de ADN.
Quienes examinaron los residuos de sangre encontrados en la osamenta, los tejidos blandos preservados, los textiles que forman la mortaja y el petate, determinaron que es muy probable que el individuo, perteneciente a la época prehispánica, muriera a causa de una hemorragia.
Asimismo con el estudio del esqueleto, descartaron la posibilidad de una muerte causada por sacrificio humano, alguna batalla o lucha personal, porque no presenta huellas de corte o fractura en ninguno de los huesos.
Los restos óseos, encontrados el 10 de julio de 2014, estaban envueltos en un textil y un petate, en posición flexionada lateral (de costado). Es uno de los esqueletos más completos que se han encontrado en Hidalgo, cuyo cráneo aún conservaba cabello y algunos dientes.
El individuo masculino estaba por finalizar la segunda década de vida al momento de su muerte; probablemente fue seminómada porque los rasgos del cráneo no concuerdan con los de los grupos mesoamericanos.
La osamenta se encontró en posición flexionada lateral. No obstante que fue removida, conservó sus relaciones anatómicas en toda la columna, manos y pies, además de encontrarse casi todas las carillas articulares, que hacen suponer que se trata de un entierro primario.