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TULA DE ALLENDE, Hgo., 27 de abril de 2015.- Artesanos de la zona arqueológica cuestionaron el desempeño del delegado estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Rodolfo Palma Rojo, y acusaron que a tres años de gestión, aumentaron las anomalías en el antiguo recinto ceremonial.
“Parece que solapa a los infractores, o incluso que fomenta sus prácticas ilegales”, acusaron en alusión a la presencia de vendedores ambulantes a pie de pirámide, que ofrecen al paseante piezas artesanales como originales y que ya han venido denunciando desde hace por lo menos dos años, pero que las autoridades no han hecho nada para solucionar tal ilegalidad.
Abundaron que día con día se diversifican los productos que ofrecen los comerciantes informales impunemente a pie de los principales monumentos, “ya hasta pan y cerveza venden, cuando se supone que en las zonas federales está prohibida la venta de alcohol”.
De todo ello, insistieron, tiene la culpa Palma Rojo y “su gente”, quienes actúan en complicidad con los ambulantes, de seguro, a cambio de una mochada, claro.
Exhortaron al Consejo del INAH a mantenerse alertas y vigilar todos los movimientos de Palma Rojo, porque están seguros que aunque no busquen mucho pronto encontrarán algo malo.
Por útimo, dijeron que para albergar a tanto ambulante, el INAH y el gobierno del estado deben construir o ampliar a 200 los locales del parián artesanal de la zona arqueológica, que actualmente tiene 48 locales, “pero estamos seguros de que por lo menos hay 200 vendedores informales operando dentro de la zona”.
Las denuncias y el llamado de los artesanos “formales” del antiguo centro ceremonial, se suman a la reciente exigencia de que Palma Rojo fuera destituido, hechas por trabajadores sindicalizados del INAH, quienes calificaron como incompetente al hasta ahora delegado de la dependencia.