Denuncia negligencia médica en el Hospital General de Tulancingo

TULANCINGO, Hgo., 14 de mayo de 2015.- María del Carmen Jiménez Aguirre de 30 años sufre la enfermedad de Addison, que es un daño a la corteza suprarrenal, desde el 2013. El problema de su enfermedad se agravó al contraer el Síndrome de Cushing, y fue el Hospital General de Tulancingo quien le negó a seguir su tratamiento por no haber acudido a dos citas.

En entrevista, Jiménez Aguirre solicitó urgente un tratamiento con un especialista para mejorar su salud, así como apoyo económico para poder solventar sus gastos, ya que actualmente tiene dos hijos, un varón de 15 años y una niña de 13 años de edad, quienes estudian el nivel secundaria.

Señaló que la póliza del seguro popular no cubre gastos para sus estudios médicos y ella no cuenta con la solvencia económica, lo que generó que perdiera sus citas y el Hospital General le negó el servicio médico.

Hace unos días, la señora Carmen acudió con un médico de farmacias similares, debido a que presentaba una hinchazón en sus pies, en la que solo le recetaron diclofenaco y una pomada para tratar el salpullido que presentaba.

Recordó que tras una recaída por su enfermedad perdió su trabajo. Actualmente renta un cuarto reducido de apenas 2 X 3.5 metros cuadrados aproximadamente, por el que paga una renta de 700 pesos al mes.

Tras una colecta de padres de familia y profesores de  la secundaria general 1 “Benito Juárez”, apoyaron a la señora Carmen con la compra de una litera, estufa de dos parrillas, instalación de gas, además de despensa.

Sin embargo, informó la profesora Verónica Castelán, quien ha estado al pendiente del estado de salud de  Carmen, que esto es momentáneo y solo son paliativos, ya que finalmente la señora lo que requiere es atenderse.

Informaron que ya buscaron apoyo ante el DIF municipal, la cual le otorga una despensa desde hace dos meses y para canalizarla a Pachuca requerían los estudios médicos de Carmen, con los cuales no cuenta.

La señora Carmen informó que hace cinco años su pareja la golpeaba, por lo que salió huyendo con sus hijos del municipio de Tepeapulco. Llegó a vivir con su hermana a Tulancingo y la tiene como empleada doméstica y quien posteriormente le limitó la comida a sus hijos y a ella, por lo que decidió rentar un cuarto.

A causa de la cortisona tiene ámpulas en el cuerpo, lo que imposibilita que la señora pueda moverse.

“Yo solicitó para mi salud, y que mis hijos tuvieran una beca y si en caso de que faltará pudieran estar seguros para que tengan un lugar donde vivir, porque no cuento con mi familia”, finalizó.