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TULA DE ALLENDE, Hgo., 1 de julio de 2015.- Por ir contra la voluntad de Dios y las leyes milenarias de la humanidad, la iglesia católica desaprueba los matrimonios entre personas del mismo sexo, declaró en entrevista el obispo de la Diócesis de Tula, Juan Pedro Juárez Meléndez.
Lo anterior, al ser consultado sobre la reciente reforma de Ley que permite los matrimonios homosexuales ante instancias civiles en todo el país.
Sin embargo, indicó que el afán de la Iglesia no es discriminatorio, ya que a las personas que decidan casarse con una de su mismo género, no serán condenadas ni excomulgadas, sino que serán respetadas, pero no recibirán la bendición de Dios en su matrimonio.
Esto debido a que reiteró la unión homosexual es antinatural, y de acuerdo a las leyes de Dios el sagrado matrimonio es entre un hombre y una mujer, a fin de que se cumpla el precepto de la procreación, acción que entre personas del mismo sexo no se puede.
En tal sentido, sostuvo que aunque existen otros canales que podrían ser utilizados por las parejas de este tipo para tener hijos y formar una familia, como la adopción o la incubación in vitro, son muy controversiales esas alternativas.
Porque, continuó, se desconoce qué tipo de formación recibirá una persona criada por una pareja del mismo sexo, “las leyes de la naturaleza dicen que un niño necesita de un padre y una madre, un hombre y una mujer; no sabemos qué tipo de gente se resultará de una sociedad criada por homosexuales”.
En ese contexto, finalmente llamó a la población a respetar las leyes de Dios, la vida y la naturaleza, solamente fomentando matrimonios entre parejas heterosexuales, pero reiteró que la postura de la Iglesia es respetar las leyes civiles.