Rescata Profepa a jaguar en Pacula en estado de salud crítico
PACHUCA, Hgo., 9 de Febrero del 2015.- No obstante que es sábado, las puertas de la primaria José Lugo Guerrero están abiertas. A este modesto plantel ubicado a las afueras de la comunidad de Tepeyahualco, Hidalgo, vinieron maestros de las entidades de la región huasteca para escuchar al presidente del consejo general del SNTE, Juan Díaz de la Torre: En “tiempo real”, harán lo mismo 106 mil “representantes de escuela” en 924 centros educativos de todo el país.
Ni el guión cuidadosamente preparado para esta media hora frente a las cámaras, ni el media training de Isaac Chertorivski, ni el streaming coordinado por Jorge Mora blindarán al dirigente sindical de las preguntas incómodas.
“No perdemos ninguna prestación”, adelanta Díaz de la Torre, quien presentará el pliego petitorio del 2015 ante Marco Antonio Abaid, oficial mayor de la SEP. En modo de contingencia, la representación sindical exigirá que el recorte presupuestal no se traduzca en pérdida de plazas o cierre de planteles.
La pérdida de las conquistas laborales es la mayor preocupación para las bases magisteriales. La concentración de la nómina -que regresó al gobierno federal- y la aplicación de Planea -la nueva prueba del INEE- han propalado la desazón. “Sé que hay una incertidumbre bárbara, pero no están solos, la evaluación no será para despedir a nadie”, reitera Díaz de la Torre.
La reforma educativa, se queja, fue aprovechada por algunos actores sociales para emprender una ofensiva contra el SNTE. “Lograron crear una percepción de que los déficits de la educación eran atribuibles a los maestros y no sólo eso, al sindicato. Y algunos de esos actores dicen: no estamos contra los maestros, sino contra los líderes sindicales”.
“No podemos permitir que nadie hable mal de los maestros. No vamos a aceptar que digan que somos los malos de la película”, delimita. “No más ofensas. No aceptamos que nosotros hacemos negocio con las escuelas”.
Díaz de la Torre insiste en romper lanzas con el pasado. “Ya no basta con la emoción”, destaca, “ni con la legalidad producto de una mera asamblea. Ya no hay espacio para la improvisación, para las ocurrencias o para la inmediatez”. El SNTE -insiste- debe ser un sindicato moderno, innovador y eficiente.
Los micrófonos son abiertos para tres representantes escolares (ninguna de las preguntas del videochat será retomada). Carla Daniela Silva Álvarez, de la primaria rural Nezahualcóyotl, le pregunta qué va a pasar con Carrera Magisterial, un programa de estímulos al desempeño magisterial que entre 1992 y el 2014 entregó bonos y compensaciones a los docentes. Hay 816,000 profesores inscritos en ese programa, pero este año ya no habrá partidas presupuestales que lo sustenten y los representantes sindicales han quedado fuera de la comisión encargada de las promociones.
“Carrera Magisterial va a migrar”, acepta Díaz de la Torre, “¿Cuál es nuestro desafío? Que nadie pierda sus derechos”. Y establece que pugnará porque el SNTE sea la instancia certificadora de los maestros en servicio.
A punto de cumplir dos años al frente del SNTE, el grupo encabezado por Díaz de la Torre intenta “trascender” a Elba Esther Gordillo. Y dentro de tres semanas, el Consejo Nacional celebrará su sesión anual, por mandato estatutario. Además de sus afanes modernizadores, deberá informar sobre el proceso judicial que involucra a la ex lideresa y a la organización sindical.
Y es que a través de sus abogados, el sustituto de La Maestra solicitó un amparo para esquivar el mandato judicial que lo llevaría a un careo para ventilar los manejos de las finanzas sindicales entre el 2008 y el 2012. La coordinadora de asuntos jurídicos, Soralla Bañuelo, y la ex titular de Administración y Finanzas del SNTE, Evelia Sandoval, quienes también habían tramitado un juicio de garantías, ya tuvieron que comparecer ante el juez Alejandro Caballero Vértiz, tras no obtener la protección judicial. También han sido emplazados, entre otros, Alfonso Cepeda Salas, coordinador del colegiado de administración y finanzas, y Moisés Armenta Vega, oficial mayor del sindicato, quien fue secretario particular de Gordillo.
“Nadie está a salvo, la cultura de rendición de resultados es una realidad”, insiste Díaz de la Torre, “ser opacos genera un problema de credibilidad”. Y sin soslayar la temporada electoral que se avecina, adelantó que el SNTE buscará convertirse en una “fuerza política”. ¿Con o sin Nueva Alianza? (Con información de El Economista)