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IXMIQUILPAN, Hgo., 15 de mayo de 2019.- A pesar de que al año ingresa alrededor de un millón de pesos del rastro municipal de Ixmiquilpan al ayuntamiento, las autoridades municipales no han invertido en ese espacio en lo que va de la actual administración encabezada por Pascual Charrez, por lo que el director de ese espacio, Alberto Cruz Martínez, renuncio a su cargo este miércoles.
Ante integrantes de la Unión de Tablajeros, trabajadores y medios de comunicación, Cruz Martínez expuso que a pesar que dé que en diversas ocasiones ha acudido con el presidente municipal, la tesorera, e integrantes de la comisión de sanidad de la Asamblea Municipal, hasta la fecha no ha tenido respuesta.
“Tomó esta decisión porque no quiero ser cómplice de que mañana o pasado, vaya a haber una intoxicación o una epidemia”, expuso.
Añadió que el rastro municipal a pesar de prestar servicios en toda la región incluso a vecinos del municipio de Zimapán, ha estado en el abandono por parte de las autoridades municipales.
Incluso comentó el ex director que desde que inició este año, el alcalde Pascual Charrez no ha querido darle una audiencia.
Asimismo Cruz Martínez, se deslindó de los recursos económicos que genera ese espacio pues dijo que quien se encarga de cobrar e ingresar el dinero al ayuntamiento es Laura Hernández Arroyo encargada administrativa, hermana del secretario de desarrollo social municipal, Daniel Hernández Arroyo, y a la cual presuntamente ubico en ese espacio, Vicente Charrez Pedraza, hermano del alcalde Pascual Charrez.
Agregó que hasta la fecha han estado en la secretaria de desarrollo social tres titulares y ninguno ha trabajado para realizar mejoras a pesar de que supuestamente existía un proyecto e incluso se mencionó un recurso de dos millones 800 mil pesos para rehabilitar el lugar, no obstante; ni siquiera han dotado de material a los trabajadores (botas).
Aclaró que si el espacio se encuentra limpio y cuenta con algunas mejoras es por iniciativa y aportaciones de los trabajadores y los usuarios, en ese sentido detalló que se realizó un levantamiento para la separación de los desechos, además la Unión de Tablajeros prestó una sierra, la cual también han reparado en cuatro ocasiones.
Respecto a las necesidades que tiene actualmente el rastro se encuentran: un riel para la báscula, el cambio de techo y de pisos, entre otras, situación de la que tiene conocimiento también la tesorera municipal quien únicamente se limita a decir que no hay recursos.
Finalmente añadió que no sólo no invierten en el espacio las autoridades municipales sino que tienen deudas de dos facturas con la persona que fumiga el lugar, una de ella por 4 mil 900 pesos.
Cabe mencionar que debido a la situación que existe, los tablajeros no descartan la posibilidad de plantear que sea la propia asociación quien administre el lugar.